Esta es una de las conclusiones de la encuesta realizada por la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT para abordar las situaciones de violencia en los centros escolares de Secundaria de España llevada a cabo mediante un cuestionario a 1.300 docentes, presentado ayer en Sevilla por la secretaria de salud laboral y medio ambiente de dicha federación, Lidia Asensio.
Los comportamientos que interrumpen las clases con gamberradas, contestaciones o hablando continuamente en clase se producen con mucha frecuencia, según el 34,1 por ciento del profesorado, y con cierta frecuencia (al menos una vez al mes) para el 56,5 por ciento.
El temor a sufrir una agresión física por parte de los alumnos, la falta de respaldo de los padres en problemas de disciplina o presenciar agresiones físicas entre los alumnos son situaciones que provocan altos niveles de estrés en el profesorado.
También influyen en estos niveles de estrés la idea de enseñar a personas que no valoran la educación o impartir clases a un número alto de alumnos.
El estudio destaca como preocupante que el 50,2 por ciento del profesorado declare tener miedo a ser agredido por algún alumno, y la mayor parte de las agresiones son amenazas, insultos e interrupciones mientras que un dos por ciento ha sido agredido físicamente por los alumnos con frecuencia (mensualmente) y un 7,4 por ciento dice haber sufrido al menos una vez una agresión física.
Estas situaciones provocan que casi el cuarenta por ciento de los profesores encuestados declaren tener niveles alto o muy alto de estrés, según el estudio de UGT, que ha contado con el apoyo institucional de FE-CCOO y CECE en el marco de la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales.
Para prevenir la violencia en los centros escolares, UGT propone medidas como disminuir la ratio por alumno en clases, atender a la diversidad del alumnado, formación del profesorado, dotación de nuevos perfiles profesionales como educadores y trabajadores sociales y favorecer la figura del mediador, entre otros.
El secretario de FETE-UGT-Andalucía, Juan Carlos Hidalgo, destacó que en la comunidad, aunque la ratio por alumno es muy elevada -superior a treinta por clase-, se está desarrollando bien el decreto de convivencia y se han contratado a unos sesenta educadores sociales con previsión de más contrataciones de estos profesionales, y también existe en algunos centros el responsable de convivencia.
Además, defendió que el Pacto por la Educación, que se negocia en España, incorpore el concepto de autoridad pública para el profesorado, una medida que "no resuelve el problema de la violencia pero ayuda", según Juan Carlos Hidalgo.
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