Las dos Españas, otra vez, aunque bajo el supuesto objetivo de establecer un antes y un después. Qué bonito que sólo fuera eso y así llorar junto a Almodóvar
No andamos sobrados últimamente de comportamientos edificantes, de gestos y acciones que nos reconcilien con nuestra vida en sociedad y con nosotros mismos...
Me contó que en una ocasión más allá de Finisterre creyó oír el llanto de Mariña, y que volvió a oírla con voz triste al virar al Sur en el Cabo Espartel
La investigación sostiene que el olor a lágrimas disminuye la actividad cerebral asociada a la agresividad, traduciéndose en un comportamiento menos hostil