López Barneo, catedrático de Fisiología de la Universidad de Sevilla y director del Instituto de Investigación Biomédica de Sevilla (IBIS), preside en la capital andaluza el tercer foro de Ciberned, nodo que reúne a 63 grupos de investigación en los que participan setecientos investigadores españoles, 150 de ellos contratados directamente y cuyo presupuesto anual supera los seis millones de euros.
A su juicio, las enfermedades neurodegenerativas, cuyas patologías más conocidas son el mal de Alzheimer o el Parkinson, constituyen "una epidemia silenciosa" de las sociedades desarrolladas "que desaparecerán, pero no en cinco o diez años".
"La neurodegeneración representa hoy una de las lacras médicas y sociales más importantes y por ello constituye uno de los retos médicos del siglo veintiuno", apostilló.
López Barneo explicó que "la mayor limitación" para afrontar estas patologías "es que aún desconocemos cómo se generan", por lo que "no tenemos formas inteligentes de abordarlas".
"Se trata de patologías multifactoriales, difíciles de abordar porque cuando avanzamos en un campo, la enfermedad lo hace por otro; por ello recuerdan en muchos aspectos al cáncer y todos sabemos que Nixon prometió que acabaría con el cáncer en una década y cuarenta años después, aún no lo hemos logrado", aseveró.
Para López Barneo, es crucial "evitar que las neuronas se degeneren" porque permitiría "vivir treinta o cuarenta años más" sin patologías como el Parkinson o el Alzheimer.
En su opinión, es importante afrontar también otras patologías neurodegenerativas menos conocidas pero de gran mortalidad e lesividad, como las ataxias, la enfermedad de Huntington o la Esclerosis Lateral Amiotrófica.
Recordó que muchos equipos científicos, entre ellos el que él dirige en Sevilla, trabajan "intensamente" en transferir lo antes posible a la industria farmacéutica y a la práctica clínica sus descubrimientos sobre la capacidad terapéutica de las células madre, pero advirtió de que "no es fácil" y, pese a las expectativas mediáticas generadas, ni siquiera será posible "en mucho tiempo" en el caso de las células madre embrionarias.
Sí destacó el creciente interés por los denominados "biomarcadores", los cambios moleculares que permiten detectar en la sangre, orina u otros elementos del organismo cuando una persona sufre una enfermedad y cómo evoluciona.
Su uso permitiría detectar antes enfermedades neurodegenerativas, elemento crucial porque un diagnóstico temprano facilita su tratamiento, disminuye su impacto y mejora la calidad de vida.
Además, los "biomarcadores" facilitarían "un seguimiento objetivo" de estas enfermedades, lo que mejoraría la "eficacia" de terapias "un poco más a la carta", según este investigador.
Para López Barneo, aunque "se ha investigado mucho" sobre estas enfermedades aún no existe en España "un buen estudio" sobre su origen y comportamiento que permita, por ejemplo, "conocer cómo se presenta el Parkinson en España y si hay un tipo único de parkinsonismo o varios".
Aunque admite que inicialmente fue escéptico respecto al funcionamiento de los CIBER, López Barneo asegura que, tres años después de su puesta en marcha, su "evaluación preliminar" es favorable porque han generado "un valor añadido importante" al sistema español de investigación y desarrollo.
"Los CIBER están muy ligados a la transferencia de conocimiento desde la investigación básica la clínica, porque están muy ligados a ofrecer soluciones directas a las enfermedades", explicó.
Ciberned es uno de los nueve nodos de cooperación científica en red impulsados desde la administración central para incentivar la investigación sobre otros tantos grupos de enfermedades de mayor prevalencia.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es