Los fallecimientos registrados por infarto de miocardio en los últimos años han experimentado un descenso, mientras que los provocados por insuficiencia cardíaca se mantienen estables y con "muy notables" diferencias entre comunidades, como Andalucía que con un 14,37 % dobla la tasa de Madrid (7,97 %).
Los datos corresponden a un análisis de todas las altas hospitalarias por insuficiencia cardíaca en España, registradas en el Sistema Nacional de Salud entre 2003 y 2015, presentado en el e-Congreso de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que se celebra por internet del 28 al 31 de octubre.
En una rueda de prensa sobre el congreso en la que han intervenido varios expertos y en la que se ha abordado además la pandemia ya que han querido destacar que por cada muerte por COVID-19 se producen cuatro por enfermedad cardiovascular -la primera causa de mortalidad en el país-, el anterior presidente de la SEC, Manuel Anguita, ha sido el encargado de presentar algunos datos del análisis.
Ha destacado que en España hay entre 750.000 y un millón de personas que sufren insuficiencia cardíaca, que tiene una incidencia "mayor" que cualquier otra enfermedad cardiovascular y en la que el número de pacientes no disminuye.
La mortalidad por infarto de miocardio sí se ha conseguido disminuir desde 2003 pero la de la insuficiencia "no lo hemos conseguido" y los ingresos han aumentado en torno a un 17 % en las comunidades, salvo en Cataluña.
En concreto, el estudio realizado por investigadores del Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba), del San Juan de la Cruz, (Jaén), del Clínico San Carlos y del 12 de octubre, ambos de Madrid, entre otros centros, señala que las comunidades con tasas más altas de mortalidad son Andalucía (14,37 %), Canarias (11,60 %), Extremadura (11,32 %) y Castilla y León (10,44 %).
Por el contrario, aquellas autonomías con las más bajas son Madrid (7,97 %), Navarra (9,24 %), La Rioja (8,10 %) y País Vasco (8,87 %).
No se han registrado diferencias de mortalidad entre varones (10,39 %) y mujeres (10,32 %) ni en la media nacional ni en las comunidades autónomas, según la SEC.
Las causas de las diferencias según los expertos con los datos de la investigación no se pueden concretar ya que solo se han estudiado las variables de resultados intrahospitalarios, por lo que han considerado necesario otras investigaciones que correlacionen los resultados con parámetros que pueden ser variables.
Sí se puede "especular" sobre algunas causas como en causas médicas, en las diferencias entre la implantación de unidades de insuficiencia, el numero de cardiólogos, o la coordinación entre distintos servicios que tratan a estos pacientes, aunque en toda España "se trata muy bien a estos pacientes".
Pero hay que buscar otras razones que también están presentes en otras enfermedades, como el cáncer, y son las diferencias socioculturales y económicas entre las comunidades ya que hay estudios que muestran que a mayor índice de paro, menor PIB, y menor desarrollo sociocultural, la mortalidad por enfermedades crónicas, como la insuficiencia, son mayores.
En cuanto al coronavirus, expertos como el presidente electo de la SEC, Julián Pérez Villacastín, han destacado que los cardiópatas son más vulnerables al virus, no porque tengan más facilidad de contagiarse sino porque si se infectan "tienen peor pronóstico".
De hecho, las personas con enfermedades del corazón tienen un riesgo cinco veces mayor que el resto de personas de morir, según otro estudio presentado en el e-Congreso.
Además, la COVID-19 aumenta el riesgo de sufrir afecciones cardiovasculares como miocarditis, vasculitis, trombosis o arritmias malignas, que hay que "vigilar de cerca".
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