Con motivo del Día Mundial de las Víctimas de la Violencia Vial, sus familiares y amigos reclamaron ayer el fin de la impunidad para los conductores culpables de accidentes.
Las diferentes asociaciones de víctimas convocaron una decena de actos en otras tantas ciudades de todo el país en memoria de las más de 3.000 personas que mueren cada día en todo el mundo por culpa de la violencia vial.
En un sencillo y emotivo acto celebrado en el parque del Retiro de Madrid, STOP Accidentes ha pedido al Gobierno que cumpla su compromiso de crear una Oficina de atención a las víctimas de accidentes de tráfico que elabore un protocolo de actuación que permita paliar el sufrimiento y la falta de información que sufren todos los afectados.
En presencia del director general de Tráfico, Pere Navarro, y el fiscal coordinador de seguridad vial, Bartolomé Vargas, las familias han pedido a la Justicia que esté al lado de las víctimas y no deje impunes a los “irresponsables y violentos” que provocan estos dramas.
STOP Accidentes recordó que por cada fallecido quedan 20 ó 30 personas con secuelas de por vida, víctimas que necesitan no sólo atención sanitaria, sino ayuda psicológica, social y laboral para rehacer sus vidas.
En este sentido, las asociaciones llevan tiempo pidiendo que se eleve el baremo de las indemnizaciones, que en España es de los más bajos de Europa, y que las víctimas reciban pensiones compensatorias que les permitan vivir con dignidad.
Al término del acto organizado, en el que se lanzaron al aire decenas de globos en memoria de las víctimas, el fiscal coordiandor de seguridad vial, Bartolomé Vargas, conversó largamente con varias familias que con firmeza le reclamaron la aplicación rigurosa de la ley contra la conductores temerarios o que se ponen al volante después de beber alcohol.
Con las fotos de sus hijos muertos en la mano, una madre le reprochó al fiscal que el conductor que provocó aquel fatídico accidente haya pasado sólo cuatro meses en la cárcel.
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