Pintaban bien las cuentas del Grupo SOS cuando saltó la alarma tras la venta de Cuétara a finales del pasado año y firmaban un acuerdo para refinanciar la deuda de la Compañía. Un crédito les obligaba a reconocer pérdidas, una auditoría les servía para despedir a sus directivos y un consejo de administración daba vías libres para un plan de negocio que aún está en sus inicios.
La propia SOS Cuétara había otorgado a principios de 2008 a Cóndor Plus (hoy Pahes Desarrollo Empresarial) controlada por Jesús y Jaime Salazar, a la sazón ex presidente y ex vicepresidente de la compañía, un crédito de más de 200 millones de euros con el objeto de dar entrada en el capital del Grupo SOS a un fondo soberano.
Según la auditoría encargada a KPMG por la Corporación, los hermanos Jesús y Jaime Salazar dispusieron del dinero del Grupo SOS seis meses después de que el fondo soberano que iba a entrar en la compañía paralizara las negociaciones.
Los hermanos Salazar, contra quienes la compañía ha interpuesto una querella por presunta apropiación indebida y administración fraudulenta (entre otros), justificaron en su día el crédito de 212 millones de euros (principal de 186 millones más intereses) para articular una operación corporativa con el fondo soberano, con el que estuvo negociando entre mayo y agosto de 2008.
Dispusieron del dinero
De enero a diciembre de 2008 dispusieron de los 212 millones de euros del crédito que se concedió a su sociedad Cóndor Plus, pese a que las conversaciones con el fondo soberano se iniciaron en mayo de 2008 y se paralizaron en agosto del mismo año. Además, dispusieron de otro crédito, de 25 millones, que se concedió a otra de sus sociedades participadas, Aceites Cañaveral.
Así las cosas, el mayor líder mundial del aceite de oliva entraba de lleno en unos de los mayores litigios societarios que tendrá que dilucidar la Audiencia Nacional, con varias vertientes abiertas, entre ellas otras querella del propio Jesús Salazar a través de Unión de Capitales, una de sus sociedades patrimoniales, contra Unicaja, Cajasol, Caja Granada y CajaSur, por la obligación que asumieron estas entidades en la Comisión de Estrategia de SOS Cuétara del 27 de febrero de 2009.
Mientras, el Grupo SOS se descalabra en bolsa y, según los últimos resultados presentados, los gastos y provisiones por valor de 150 millones de euros han lastrado sus resultados, con una pérdida en el tercer trimestre de 134,06 millones en el tercer trimestre, aunque sin las provisiones habría logrado un beneficio de 15,98 millones de euros en el citado periodo.
Entre las provisiones realizadas están las acometidas por deterioro del saldo con empresas vinculadas con los antiguos administradores de SOS (46,36 millones de euros); provisiones por circulante (por 50,89 millones); los gastos de reestructuración de plantilla (por 2,30 millones); los gastos de trabajos especiales encargados a asesores externos (1,41 millones) y por deterioro de activos financieros (49,06 millones).
Las ventas de la compañía han alcanzado los 1.062,52 millones de euros en el tercer trimestre, lo que supone un aumento del 11,01 por ciento respecto de los 957,24 millones del mismo periodo de 2008.
Para SOS “los datos financieros están en línea con el plan de negocio elaborado por el nuevo equipo gestor”, sobre todo porque sigue siendo líder en el negocio del aceite de oliva, ha recuperado cuota de mercado en Estados Unidos, aunque ha descendido las ventas de la división de arroz.
Plan de negocio
Mientras el 17 de noviembre se celebrará la primera reunión con los sindicatos para abordar el ERE que pretende aplicar la empresa en todos sus centros de trabajo, algo también contemplado en el plan de negocio, la compañía ha solicitado a la banca acreedora aplazar hasta 2011 el pago del principal de su deuda, que se sitúa entre 1.200 y 1.300 millones de euros, aunque seguirá abonando los intereses generados. La idea es dotar de estabilidad su estructura financiera y reducir su deuda a la mitad, entre 600 y 650 millones de euros, en un periodo de dos años.
El plan de negocio para el periodo 2009-2013 recoge desinversiones en activos inmobiliarios y en todos aquellos negocios que no sea el aceite vegetal, como el arroz.
Asimismo, recoge el incremento de los fondos propios actuales en un mínimo de 200 millones de euros mediante ampliaciones de capital con derecho de suscripción preferente, créditos participativos y conversión de créditos en capital y conversión de participaciones preferentes. Así, esperan tener un crecimiento acumulado durante ese periodo del 3,4% y del 6,8% en términos de resultado bruto de explotación.
Negociaciones
Nueva Rumasa y Ebro Puleva quieren hacerse con el Grupo al completo y no sólo con el arroz
Las compañías Nueva Rumasa y Ebro Puleva plantean hacerse con SOS Corporación Alimentaria “al completo” y no sólo por su división arrocera, mientras que la intención del Grupo es “desprenderse de todos sus negocios, a excepción del aceite”, asunto que se está convirtiendo en “el mayor escollo de la negociación”, según explicaron a Europa Press fuentes cercanas a la operación.
Las mismas fuentes indicaron que la intención del grupo perteneciente a la familia jerezana Ruiz Mateos, Nueva Rumasa, ha cobrado fuerza después de que el pasado 22 de octubre la propietaria de marcas como Dhul, Clesa, Trapa, Elgorriaga, Cacaolat, Apis y Fruco planteara una alianza con SOS Corporación Alimentaria para “asociarse con su división de alimentación y crear el mayor grupo del sector en España”.
Ya entonces el grupo andaluz destacó que, con esta unión, SOS evitaría que la venta de parte de sus marcas, activos y áreas de negocio mermen su tamaño, al tiempo que “aseguraría el mantenimiento de todos los puestos de trabajo con que cuenta en la actualidad” y eliminaría competencia.
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