Es obligado empezar por cómo está el andalucismo...
El andalucismo no se va a morir nunca, te lo digo desde la convicción y la firmeza, consciente de las miles de dificultades, sé cuál es la realidad y estamos haciendo una travesía del desierto. Pero esto no se va a morir, es demasiado poderoso y apasionante. El reto de Andalucía en el siglo XXI es el "por sí de nuestro escudo", conseguir que Andalucía sea sujeto de la política porque hasta ahora era complemento circunstancial. La ideología que puede conseguir eso es el andalucismo, volver a desencadenar todo el potencial creativo, dinámico, solidario del pueblo andaluz. Es el único camino que nos puede volver a situar en un escenario político complejo.
El trabajo se presenta difícil.
Es muy arduo, muy difícil y muy duro pero está la convicción de que el andalucismo es necesario, que el PA es una herramienta, que tiene potencial y hay que ponerla en valor de nuevo, en un recurso útil para los ciudadanos. Es difícil porque ya no se hace desde la comodidad de las instituciones, sino desde la dificultad de la calle, del silencio o la invisibilidad. Frente a eso el contacto directo, la cercanía, la frescura, la complicidad. Es una convicción, todo lo demás lo tenemos en contra. Como conocemos esas dificultades, podemos superarlas, con trabajo.
Importante, entonces, el trabajo de los alcaldes.
Imprescindibles, son la cara visible del partido y la presencia institucional. Con motivo de la LAULA hemos creado un grupo de trabajo para analizar sus posibilidades pero sabiendo que no es un problema de competencias sino de recursos, porque podemos caer en otra deuda histórica con competencias mal dotadas. Y cada alcalde está trabajando en su ayuntamiento, muy preocupados porque la situación económica cercena las posibilidades de resolver los problemas de los ciudadanos. Estoy contenta con el trabajo que realizan los alcaldes y los concejales andalucistas.
¿Y a nivel interno?
Sin problemas, hemos creado equipo conscientes de las dificultades. No hay problemas de liderazgo, hay un reparto de tareas y responsabilidades y una solidaridad importante entre nosotros. Y estoy convencida de que va a dar buenos resultados.
Y lo próximo, las municipales.
Ese es otro motivo de la dinamización del andalucismo, tenemos que ser una opción útil a los ciudadanos, visible, que consideren que es una opción y luego que decidan si nos votan o no. Hemos diseñado unas bases programáticas, unos mensajes y un lenguaje reconocibles...
¿Cuál es ese mensaje, ese lenguaje?
Adaptar el andalucismo histórico a la realidad de la Andalucía del siglo XXI, con compromiso social y planteamientos de izquierda, que tienen que ver con la ecología política y el nacionalismo de siempre, el que no es excluyente, hacer de la cultura andaluza un vector económico. Un lenguaje cercano, entendible, que recupere palabras como el sacrificio y reconozca que los políticos no tienen una varita mágica, sin mentir a los ciudadanos, porque ese discurso frívolo separa a los ciudadanos de la política y la puede hacer desaparecer. Eso sólo se consigue con participación, transparencia y control.
¿No teme que le echen en cara la historia del partido?
El cambio de discurso es útil pero eso se demuestra con actitud. Siempre nos han achacado todos los males del mundo cuando el resto de partidos ha hecho lo mismo, pero es más fácil atacar a un adversario menos fuerte. Pero eso se modifica con un discurso comprometido y valiente, que la política está para solucionar los problemas. Y vamos a dejar de ser hipócritas o se cambia la Ley electoral, que no lo han hecho PSOE ni PP que son quienes pueden, o tiene que haber pactos, que después pueden salir bien o mal. No me siento manchada por nada.
¿Y las relaciones con el PSA?
Fluidas pero no hablo de cuestiones electorales sino de unidad Se hizo un noble intento con Coalición Andalucista que no salió bien. Afortunadamente Pedro Pacheco ya no está y con el cambio generacional podemos resolver conflictos históricos e incomprensibles desde mi punto de vista. El roce hace el cariño, el andalucismo no va a morir y debemos ver las herramientas sin equivocarnos.
¿Qué opina de la situación del Ayuntamiento de San Fernando?
Es un problema grave, porque los recursos de los ayuntamientos hay que administrarlos con transparencia y desde una radical honestidad. No tengo dudas de la honestidad de mis compañeros, del alcalde y de los concejales. Ojalá cuanto antes se levante el secreto de sumario para que puedan defenderse mejor. No tengo dudas y sé que están preocupados por la situación y están haciendo todo lo que está en su mano porque los ciudadanos no padezcan el expolio que ha sufrido el Ayuntamiento de San Fernando. Cuanto antes se pueda aclarar mejor y con la intervención de la justicia, quedará suficientemente claro lo que yo ya sé, que el PA no ha tenido nada que ver, que son personas concretas que tenían acceso a la caja y que por motivos espurios y delictivos se han llevado el dinero de la Isla. Y mis compañeros están haciendo todo lo que pueden por explicar la situación y por mejorar la vida de la ciudad.
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