Las fuentes han indicado que la mujer falleció de un paro cardíaco, a pesar de que la cantidad de sangre que había junto al cadáver hizo pensar en principio que pudo morir de forma violenta, aunque la sangre se ha atribuido a una hemorragia natural sufrida durante el fallecimiento.
Los vecinos de la calle donde vivía la echaron finalmente en falta ayer por la mañana, y repararon en que tanto el balcón como las ventanas estaban abiertos igual que hacía varios días, por lo que decidieron entrar en la casa a través de un balcón, y fue cuando descubrieron el cuerpo.
Se trata de una mujer de unos 45 años que había llegado hacía algunos años a la localidad para poner en marcha un centro de fisioterapia, y se había instalado en el número 15 de la calle Diego Pérez Milá, donde vivía sola.
Fuentes de la Guardia Civil aseguraron que la Policía Judicial se encontraba en el lugar de los hechos y que investigan las causas del fallecimiento producido en esta localidad onubense.
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