Desde las primeras horas de hoy, 5 de febrero de 2020, se estaÌ llevando a cabo una importante operacioÌn denominada 'Ave FeÌnix' que pretende erradicar la actividad de las plataformas anguleras ilegales que se hayan instaladas en la desembocadura del riÌo Guadalquivir, y que representa una seria amenaza, desde el punto de vista de la biodiversidad, la pesca liÌcita y regulada, el traÌfico y seguridad de la navegacioÌn y el traÌfico de drogas. En la operacioÌn denominada 'Ave Fénix', liderada por la Guardia Civil, estaÌn implicados maÌs de 120 agentes de distintas Administraciones Estatales y AutonoÌmicas, asiÌ como 15 embarcaciones, un helicoÌptero, aeronaves no tripuladas y medios terrestres.
La actividad de estos artefactos anguleros, se realiza en una reserva de pesca, que es una zona bioloÌgica y ecoloÌgica muy sensible, denominada zona de criÌa y engorde del Bajo Guadalquivir. La pesca de la angula estaÌ totalmente prohibida en los riÌos y aguas costeras de AndaluciÌa, como medida excepcional para la recuperacioÌn de la anguila europea.
Quienes practican esta actividad comercial, que no recreativa ni cultural ni de subsistencia, usan redes de 1mm de luz de malla, por lo que todas las especien que cohabitan con la angula caen con este arte de pesca, que tiene una especial eficacia destructiva para la vida en los riÌos. AdemaÌs, su labor la realizan al margen de cualquier legalidad vigente, actuando con total impunidad ante cualquier sancioÌn administrativa o responsabilidad civil que sus artefactos puedan causar, ya que todo su patrimonio y riqueza estaÌ a nombre de terceros.
La pesca de exterminio que realizan, afecta a la macrofauna acuaÌtica de la zona, que estaÌ compuesta, al menos, por 134 especies, que son de intereÌs gastronoÌmico y por tanto comercializable, cuando alcanzan la talla legal. Por tanto, su actividad iliÌcita repercute de forma negativa en los trabajadores de la mar, que realizan su dura faena respetando las leyes y pagando sus impuestos. Pero ademaÌs, todas estas especies dan vida y mantienen un ecosistema uÌnico en el Parque Nacional de Doñana, fuente de vida y riqueza para toda la zona.
La presencia en el riÌo de estos artefactos representa un peligro para la seguridad mariÌtima y entorpece la navegacioÌn, en un rio angosto, con poco calado y de trazo sinuoso, llegando a ocupar en ocasiones la canal de navegacioÌn hacia o desde Sevilla, sin contar con el riesgo que representan para las FCSE, e incluso los propios narcotraficantes, en persecuciones nocturnas a alta velocidad mientras las Fuerzas de seguridad que combaten el fenoÌmeno del narcotraÌfico desarrollan en el riÌo Guadalquivir. Sin contar con que en no pocas ocasiones, estas FCSE.
Por todo ello, desde primeras horas de hoy diÌa 05 de febrero, 105 guardias civiles, 15 funcionarios de InspeccioÌn Pesquera de la Junta de AndaluciÌa y 3 funcionarios de la CapitaniÌa MariÌtima de Sevilla, estaÌn trabajando con todos los medios materiales que la AdministracioÌn dispone para conseguir los objetivos que se habiÌan marcado, siendo de especial intereÌs y relevancia la colaboracioÌn que estaÌn prestando personalidades de la Universidad como Carlos FernaÌndez, que lleva maÌs de 25 años estudiando coÌmo se va debilitando la vida marina en la desembocadura del Guadalquivir, o AÌngel LeoÌn, el Chef del mar, que realiza una apuesta firme en sus cocinas por un sistema de trabajo respetuoso con el medio ambiente, como uÌnica manera de mantener un legado que poco a poco vamos destruyendo.
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