En declaraciones a EFE, Ángel Muriel, armador de la empresa Baltimar, propietaria del buque Sierra de Huelva, uno de los tres pesqueros retenidos -junto con el Febel III, de Mariscos Rodríguez (ambos con base en Huelva), y Alfonso Riera I, de la empresa homónima (de Lepe)-, ha explicado que esa gestión debería realizarse "apelando a las buenas relaciones existentes entre ambos países".
Según Muriel, que ha puntualizado que son tres los buques retenidos y no cuatro como se pensó en un principio, es el camino que queda después de que las gestiones realizadas desde la Unión Europea no hayan fructificado.
"La UE es la que tiene las competencias para desbloquear esta situación, se ha estado trabajando para que las autoridades guineanas rebajaran o anularan la sanción que nos imponen -150.000 dólares por barco- pero, por contra, la han ratificado", ha precisado.
Por ello, considera que ahora le toca a las autoridades españolas mover ficha y tratar de que tanto las tripulaciones como las embarcaciones regresen a España, ya que "se nos impone una sanción por una práctica habitual que hemos hecho siempre, repostar gasóleo en alta mar y, en nuestro caso, no estamos de acuerdo con ella, porque según la jurisdicción aduanera internacional los países pueden exigir un pago si se hace el bunkering a menos de 24 millas de la costa pero la operación se hacía entre 80 y 120 millas".
Según ha explicado, las autoridades guineanas justifican lo sucedido en que en sus leyes si está catalogada esta práctica como sanción y exigen para poder realizarla la preceptiva autorización administrativa emitida por ellas previo pago de una tasa de unos 1.000 euros, "nosotros no nos negamos a pagarla, pero nunca se nos ha exigido y no puedes sancionar a toro pasado".
Por lo que respecta al estado de la tripulación, Muriel ha indicado que "están físicamente bien pero desesperados por la situación", al tiempo que ha aclarado que a ellos en ningún momento se les acusa de nada, las responsables son las empresas propietarias de los buques, "hemos de pagar la sanción antes del 28 de octubre, de lo contrario la tripulación seguramente volverá pero las embarcaciones continuarán allí".
Por su parte, Gaspar Alfonso, armador del barco Alfonso Riera, ha insistido en que el motivo del apresamiento es algo que "hacen todos los barcos desde siempre en alta mar" y ha precisado que "nunca ha pasado esto, no hay antecedentes, que sepamos es la primera vez que las autoridades guineanas apresan a unos barcos por esto".
Además ha indicado que los tripulantes "están bien, les proporcionan un trato correcto, simplemente están esperando la liberación".
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
