Aveces es necesario salir. Porque sin saberlo, nos hemos estancado. Nos hemos aferrado a algo que quizás no nos estaba haciendo bien. Algo que pensábamos que era nuestro pero que al final, terminó por resquebrajarse. A veces, es necesario cambiar de aires. Volar hacia tus sueños, hacia esos que alguien alguna vez intentó que no los alcanzaras. Porque no creas que todo el mundo quiere verte triunfar. Si brillas más que todo lo que tienes a tu alrededor, habrá personas que intenten cesar tu esplendor. Sin embargo, eso tan solo debe ser un motivo más para seguir peleando día a día, para seguir consiguiendo todo aquello que te propongas. Eso sí, con los pies siempre sobre el suelo. A veces es necesario tomar un nuevo rumbo. Cambiar las directrices que llevabas en el sendero de tu vida. Porque no todo tiene siempre que ser lo que tu alrededor quiere que sea. Tienes que ser por ti y en ti. Que seas tú, con tus más y tus menos. Fallar por ti mismo y no porque los demás te lo hayan dicho. Porque todo fallo, posteriormente traerá un aprendizaje consigo. Y no existe un mayor aprendizaje que aquel que te deja un tropezón en el camino. A veces es necesario conocer nuestros límites. Saber hasta donde podemos llegar y con qué fin. Conocernos a nosotros mismos y querernos, tal y como somos, para después poder hacerlo con los demás. Empieza por ti, porque nadie va a hacerlo. Empieza por ti, sigue con el resto y sigue brillando, sigue alumbrando nuevas vidas, sigue soñando.
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