El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, ha elevado a 895 millones el coste de la línea 1 del Metro después de que la Junta haya recurrido a una ampliación de crédito por 164.724.866 euros para el pago del fallo judicial que la condena por los sobrecostes de las obras. El último cálculo era de 890 millones, por lo que la factura sigue engordando y supone más del doble del presupuesto de adjudicación (428 millones), una desviación multimillonaria, como la de las Setas, que ya ni escandaliza al sufrido contribuyente. Por su parte, la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, se ha negado, relativamente, a hablar de financiación de las líneas pendientes mientras no se actualicen los proyectos que se redactaron hace diez años al coste de 17 millones y para lo que hará falta más dinero (un millón y pico) y año y medio.
No obstante, la consejera apuntó al Gobierno, a la socorredora Unión Europea y a la colaboración público-privada, de la cual abjuró la Junta socialista por achacarle el tremendo sobrecoste final. La consejera no citó entre los potenciales pagadores al Ayuntamiento. Entre el ahorro que ello le supondría y el obligado paréntesis de año y medio, Espadas ya tiene motivos para no distraerse más con el Metro y concentrarse en cómo mejorar la movilidad, al igual que el puerto en cómo mejorar la navegación sin tener que pensar en el dragado. Y es que no hay supuesto mal que por bien no venga.
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