La Corporación Local ha aprobado durante sesión plenaria extraordinaria la adjudicación del nuevo contrato de recogida, transporte de residuos y limpieza viaria a Cespa Compañía Española de Servicios Públicos Auxiliares S.A. Dicha aprobación ha salido adelante con los votos positivos de los grupos municipales socialista y andalucista y de la concejal no adscrita, los votos negativos de los grupos municipales popular y Ciudadanos y la abstención del Grupo Municipal de Sí se Puede.
Este contrato tendrá una vigencia de cuatro años con posibilidad de prórroga a otros dos, asciende a un importe anual de 8.588.031,49 euros IVA incluido.
A partir de ahora comienza la cuenta atrás para el cambio de empresa y con él se tendrá que ir comprobando si los temores del comité expresados en un principio eran ciertos o lo que es más importante, si se cumplen las promesas de la empresa a la que se acogió la plantilla para darle un cheque en blanco al Gobierno municipal y a la Corporación.
Lo ocurrido en el plano político y el sindical, de todas formas, no quita ni una coma a la realidad de un contrato con el que la empresa apenas tiene margen -si tiene alguno- para revisar los salarios al alza mediante un convenio colectivo o para contratar más personal, que es lo que los trabajadores han venido exigiendo estos años al tener una de las plantillas más exiguas de la provincia.
Lo que sí puede hacer, porque Cespa está en su derecho, es mantener la situación de los 25 trabajadores del servicio de Reciclaje en los salarios actuales fijados por el convenio general del sector y a unas malas y tras cumplir el convenio colectivo actual de los trabajadores de Residuos Urbanos, modular los sueldos aplicando el convenio general. Esto es, rebajar los sueldos de toda la plantilla para que el servicio sea rentable.
Esas cartas están sobre la mesa y la incertidumbre en los trabajadores que se acogieron a una promesa de la empresa a pesar de que la plica apenas le deja beneficio para justificar el haberse presentado al concurso. Una promesa que el grupo municipal Ciudadanos se negó a aceptar porque suponía corresponsabilizarse de algo que nadie asegura que se pueda cumplir, que es diferente a que se quiera cumplir.
El Partido Popular, que desde el principio viene defendiendo los defectos de una plica que siguen con un modelo caduco repetido a lo largo de los años, adujo para votar en contra la subjetividad de los criterios utilizados para la concesión, a la que vez que otro peligro que se ciernes sobre el problema que se quiere soluciones con el nuevo contrato.
La facultad de la concesionaria para subcontratar el servicio dividiéndolo en hasta diez empresas distintas obliga a que -en el peor de los casos- no sea una empresa la que funcione bien sino que tendrán que hacerlo todas las subcontratas. Y ya es difícil que una sola sea del agrado del respetable que paga con su dinero lo que va a costar el nuevo contrato de Limpieza para que funcione bien una hidra de diez cabezas.
A partir de ahora son los trabajadores los dueños de su propio destino al delegar en el Pleno la aprobación o no del contrato. Y ya no habrá marcha atrás. La conflictividad con estos parámetros sobre la mesa está servida en lo laboral.
En lo jurídico, este periódico sabe que algunas de las empresas que concurrieron al concurso van a impugnar la concesión, lo que augura un periodo de más incertidumbre que puede comenzar concretamente pasadas las diez de la mañana de este miércoles 10 de abril, hora y fecha del Pleno Extraordinario.
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