El alcaldable del PP, Beltrán Pérez, no acudió a la presentación del Plan Estratégico, en que sí estuvieron los restantes grupos municipales (salvo CS, que finalmente secundó al PP), las universidades, Administraciones Públicas y agentes sociales. El líder popular tachó el acto de electoralista por celebrarse a dos meses de las municipales, exigió su suspensión y dijo no compartir el “planteamiento de ciudad” de los socialistas, si bien respaldó el trabajo desarrollado por las instituciones y los agentes económicos en su elaboración.
Se da la circunstancia de que el PP ha participado en pie de igualdad con el resto en la redacción de un Plan que se pretendía fuera de consenso para el futuro (horizonte 2030), y que ninguna oposición mostró cuando el mes pasado se terminó su redacción (¿entonces no reflejaba aún el modelo de ciudad socialista?) para su elevación al Pleno. Por tanto, el Plan Estratégico era tan del PP como de los demás, hasta que Beltrán Pérez decidió no salir en la foto. Si el Plan gozaba del consenso, se ha redactado a lo largo de estos años por toda la corporación y se concluyó el mes pasado, era lógico que se presentara antes de las elecciones, como balance del trabajo de todo el Ayuntamiento. Al exigir que se dejara sobre la mesa hasta después de las municipales queda la impresión de que Pérez albergaba la secreta esperanza de capitalizarlo él solo en caso de llegar a la Alcaldía.
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