El pequeño Matías es feito, tímido, bajito y narigón. No sabe jugar al fútbol, no tiene padres y su día a día en el colegio es un suplicio. Sus compañeros se burlan de él y tiene que aguantar todos los motes que le ponen.A pesar de ello, es un chico estudioso, al que le gusta leer y aprender. Pero sobre todo escuchar historias. Y no hay nadie en este mundo que las cuente mejor que su abuelo. Además, es divertidísimo y cuida asu nieto con muchísimo amor.
Con estos mimbres se inicia “Matías y los imposibles” (Siruela. Madrid, 2019) de Santiago Rocangliolo. Nacido en Lima en 1975, el autor peruano es autor de novelas como “Abril rojo”, “La noche de los alfileres” o “Pudor”. Para el público infantil ha editado “Rugor, el dragón enamorado” y “El gran escape”.
Y ese abuelo bondadoso que libera a Matías de sus miedos y sus tristezas cuando regresa de la escuela, que cocina arroz seco con pedazos de tomate crudo, que pone música y baila con la escoba, que caza lagartijas y mariposas con una red para luego soltarlas…, cae enfermo una mañana de otoño. Matías lo cuida, lo atiende, lo mima, y, por fortuna, y gracias a sus atencionesaúnle quedan fuerzas para seguir cerca de él y relatarle más aventuras. En ellas, los protagonistas son siempre los mismos: el príncipe Guillermo, el hada Luz y el brujo Gorgon. Pero pasados unos días, el abuelo muere y todo parece ir a peor. Porque a Matías, que “estaba tan triste que sus lágrimas estuvieron a punto de llenar el río e inundar el pueblo”, lo llevan a un orfanato. De allí, se escapa la primera noche y consigue llegar a la soledad de su casa. “Quería no estar en ninguna parte, quería desaparecer y que nadie le hablara nunca” de tanta pena como sentía.
Mas esas fronteras que la literatura puede traspasar con más certidumbre que nadie, se hacen fantasía y se hacen realidad cuando el trío de protagonistas citado se presenta en casa de Matías. “Ante él estaban los tres personajes, observándolo muy serios. Trató de despertar, ahora sí, de verdad, pero esta vez tuvo que admitir que ya estaba despierto”. Ni Guillermo, ni Luz ni Gorgon, estaban dispuestos a quedarse sin “trabajo” y dejar der participar en las divertidas historias que contaba el abuelo. Y, además, deciden quedarse a vivir con Matías” mientras se nos ocurre algo mejor que hacer”.
A partir de entonces, la narración tomará un nuevo rumbo y mediante este singular príncipe, esta hada de alma buena y este brujo gruñón, Matías irá ganado confianza, podrá superar poco a sus temores y tendrá de su lado a tan incondicionales personajes.
Aunque el volumen esté dirigido al lector infantil y juvenil, hay que resaltar la crudeza que anida en estas páginas, en donde se tratan asuntos como el acoso escolar, la orfandad, la muerte, el fracaso… Si bien, a través de la pluma de Santiago Rocangliolo, estos aspectos van confrontándose con la solidaridad, el respeto y la amistad.
Publicado originariamente en 2006, “Matías y los imposibles” fue incluido con los mejores libros para niños y jóvenes en la selección The White Ravens, de la Biblioteca Internacional de Munich. Su reciente reedición demuestra la vigencia de su temática y la calidad de su contenido. Y ratifica, a su vez, las excelentes ilustraciones a color de Ulises Wensell.
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