La Junta de Andalucía ha presentado hoy la Estrategia de Seguridad Alimentaria para Andalucía que persigue garantizar “el máximo nivel de protección de la salud de la población”, según ha opinado la consejera de Salud, Marina Álvarez.
Este documento, aprobado en septiembre por el Consejo de Gobierno, pretende lograr "el equilibrio entre los legítimos intereses empresariales y los derechos ciudadanos”, según la consejera.
La Estrategia plantea una respuesta integrada al compromiso que adquirió el Gobierno andaluz en el IV Plan Andaluz de Salud, de “proteger y promover la salud de las personas ante los efectos del cambio climático, la globalización y los riesgos emergentes de origen ambiental y alimentario”, según Álvarez.
Este documento simplifica trámites administrativos para las empresas, fomenta los mecanismos de autocontrol, vigilancia de la calidad nutricional y promociona las alianzas entre administraciones, ciudadanía y los operadores económicos, según la Junta de Andalucía.
También presta especial atención a garantizar la veracidad de la información que se ofrece sobre calidad nutricional y posibles propiedades saludables y establece un seguimiento prioritario de las denominadas “declaraciones nutricionales” y “alegaciones saludables”, los datos con que se presentan ciertos productos como poseedores de una propiedad adicional beneficiosa para la salud o la nutrición.
La Estrategia también actualiza las inspecciones y controles, completando la acción de policía sanitaria con otras medidas dirigidas a la autorregulación, la colaboración y el fomento de las responsabilidades compartidas.
Para ello prioriza la vigilancia de la calidad nutricional, la prevención de las enfermedades transmitidas por algunas comidas, el fomento de los hábitos saludables y la incorporación de nuevos controles para garantizar que los alimentos no sólo sean seguros, sino también adecuados desde el punto de vista de la salud.
"Es un proyecto largamente esperado, que servirá de marco orientador a medio plazo para las intervenciones en seguridad alimentaria en Andalucía”, ha añadido la consejera.
Álvarez ha asegurado que las crisis de seguridad alimentaria vividas en las últimas décadas han puesto de relieve que “la globalización y las nuevas tecnologías afectan a la inocuidad de los alimentos, a través de una compleja interrelación de factores, que aumentan los riesgos de origen biológico, químico y físico”.
La consejera ha explicado que esta Estrategia “compromete" a todos los sectores de la cadena alimentaria "en un modelo integrado de intervención, desde una perspectiva conocida como ‘de la granja al tenedor’, a través de la creación del Sistema Andaluz de Seguridad Alimentaria, el primero de estas características a nivel nacional”.
El objetivo principal de este Sistema es garantizar la orientación de las políticas hacia la protección de la salud en todos los eslabones de la cadena y posibilitar la coordinación entre ellos, dada la transversalidad de la seguridad alimentaria.
Asimismo, habilita instrumentos directos de comunicación, transparencia y rendición de cuentas para situar a la ciudadanía en el centro del sistema y facilitar su participación.
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