María S. declaró a Efe-Televisión que tras su separación en 2001, ella logró la custodia de la menor, pero en la sentencia dejaron al padre controlar el régimen de visitas, ajustándolo a su cuadrante laboral, por lo que ella no sabía con suficiente antelación cuando debía entregar la niña a su padre.
Según María, el problema empezó en 2003, cuando su ex pareja la amenazó en el parque con la niña por haberle puesto una denuncia de malos tratos, "por lo que me levantó la mano agresivamente y tuve que ir al ambulatorio con una crisis de ansiedad".
Por ello, presentó un parte de agresiones psíquicas en los juzgados en los que establecieron una orden de alejamiento.
El padre de la menor denunció en reiteradas ocasiones a María por incumplir las visitas establecidas en la sentencia, por lo que el año pasado, la Sección Segunda de lo Civil de la Audiencia retiró la custodia en favor del padre, un mes antes de que la otra Sala dictara contra el progenitor la condena de malos tratos psicológicos.
Según explica la madre, "en el artículo 92.7 se establece que un progenitor no puede tener la custodia si está inmerso en un procedimiento por violencia de género", por lo que afirma que "parece que pensaban que me lo estaba inventando todo, que había puesto una denuncia falsa".
María S. manifestó que no entiende "que la denuncia por maltrato se haya llevado atascada siete años en un juzgado y sin embargo la custodia se haya resuelto en tres" y aseguró que seguirá luchando por la custodia de su hija.
Actualmente, la madre de la menor puede verla "lunes, miércoles y viernes de seis a ocho de la tarde con visitas tuteladas".
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