Inés Arrimadas, ganadora de las últimas elecciones autonómicas en Cataluña, está sufriendo una persecución implacable por quienes usan la fuerza y la amenaza como único argumento. Ahora, medio centenar de mujeres de muy diferente ideología y con destacada presencia en el mundo del arte y de la cultura, pero pocas catalanas, han firmado un manifiesto en el que afirman que “No podemos permanecer en silencio".
"Defendemos firmemente una Europa de las libertades, en la que una mujer pueda dedicarse a la política sin por ello recibir los insultos más denigrantes y continuos como, tristemente, una y otra vez, ser llamada “puta”, explica el documento, que se ha dado a conocer.
Inés Arrimadas, viene siendo objeto de acoso, ofensas y amenazas en plena vía pública. El último de estos incidentes lo sufrió el viernes pasado en Canet de Mar (Barcelona). Hasta ahora, apenas ningún colectivo, siquiera feminista, se había solidarizado con Arrimadas, pese a la gravedad de los ataques sufridos, en muchos casos con evidente cariz machista.
"Quienes representan a los ciudadanos catalanes deben ser los que paren este atropello. Se debe perseguir a los que insultan y amedrentan a representantes políticos, democráticamente elegidos. Aplicar la ley del delito de odio es un primer paso", asegura el manifiesto.
Resulta curioso como se puede entender un acoso machista, según Podemos, el decir a una mujer “Guapa” en todo el Estado español. Y, sin embargo, en Cataluña, este mismo grupo no se pronuncia para nada por decir a Inés Arrimada “Puta”.
Ni siquiera mujeres con poder como Ada Colau o Marta Pascal salen en su defensa. Pero es que tampoco lo hacen los políticos de cualquier signo. Ni los medios de comunicación le dan la menor importancia.
Esta patente de corso que existe en Cataluña con respecto a estos insultos racistas, violentos , machistas, no se admiten en ningún otro lado, pero en Cataluña ocurre día a día y no ocurre nada. Nadie dice nada .
Esto es un aviso, es una antorcha que nos señala que la situación es realmente peligrosa .Y en este manifiesto se destaca como particularmente "inquietante" que se recurra a "la amenaza a la mujer en sí, de manera específica, lo que indica algo tenebroso que recorre el inconsciente colectivo".
Añado que es una auténtica vergüenza que nadie debe permitir porque el odio y el insulto ya están formando parte de cualquiera de los discursos que hasta un Presidente de la Generalitat se permite el “lujo” de llamar casi todos los días “indecente” al Juez Llerena. Imagínense si esto ocurre en cualquier otro lugar de España.
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