El precio del aceite de oliva no deja de bajar. En los últimos seis meses ha caído por encima de un 35% y sigue cayendo. Llegó a costar 3,62 euros el kilo y ahora ronda los 2,5 euros. Según denuncian algunos productores, es la consecuencia de unas "malas prácticas comerciales" por parte de la compañía líder en el sector, Dcoop, para acabar con la competencia.
El secretario general de UPA-Jaén, Cristóbal Cano, explica que en marzo su organización ya denunció "la mayor caída del precio del aceite en el menor periodo de tiempo de la historia", sin que ésta obedeciera a ningún criterio objetivo. Y este descenso no ha terminado.
"En esta época de caída del consumo interno, son las exportaciones las que están tirando del carro", apuntan en UPA-Jaén. Entre los países a los que se exporta aceite, EEUU es el principal comprador y el país con mayor potencial de crecimiento. "Lo que están haciendo Dcoop es aumentar su cuota de mercado en base a la caída de los precios. Y las consecuencias de eso se perciben también en España".
De lo que acusan UPA y otros productores a Dcoop es de vender su aceite por debajo de los precios de referencia del sistema Poolred. Esta cooperativa se lo puede permitir por su posición dominante en el mercado. En 2017 facturó más de 1.080 millones de euros (un 7,9% más que en 2016), de los que 715,57 millones corresponden al negocio de aceite. Sus 187.238 toneladas de producción representan el 15% del aceite de oliva de España. Pero el resto de los productores se ven asfixiados por esta bajada de precios.
El sistema Poolred opera con la información que aportan los productores que se han adherido al mismo y funciona como una cotización bursátil del aceite de oliva en permanente actualización. Los productores de aceite de oliva acusan a Dcoop de vender su aceite por debajo de los precios de referencia de este índice y eso acelera, afirman, la caída del precio y obliga a los productores a unirse a Dcoop.
Dcoop lo niega. "Los primeros interesados en que los precios estén altos somos nosotros", indican fuentes de la sociedad cooperativa, que representa a más de 150 cooperativas olivareras. "No tenemos la máquina de hacer lluvia, pero hemos venido avisando de que después de varias campañas con una producción muy corta por falta de lluvias, la próxima se prevé muy grande. Y si la oferta es alta, los precios deben bajar", apuntan.
Lo que sí entiende Dcoop es que "en un escenario de precios bajos aumenta la demanda por entrar en sociedades cooperativas de segundo grado, que también son comercializadoras". Pero de eso no se sienten responsables. "Nosotros no somos adivinos, pero nos hemos anticipado a lo que antes o después tenía que pasar, después de 4 o 5 años de campañas cortas por la falta de lluvias".
Los pequeños productores no comparten la "euforia" de Dcoop, que atribuyen a "intereses". La próxima campaña se intuye mejor que las últimas, reconocen, "pero en julio aún no podemos saber cómo se va a comportar. Ha habido lluvias, pero han venido tarde. Hay que esperar al otoño. Y si alguien vaticina en julio cosechas espectaculares es porque hay intereses en juego", apunta Cano.
UPA-Jaén entiende que el "precio razonable" del aceite de oliva debe situarse en torno a los 3 euros o 3,20 euros. "El precio de 2 euros o 2,20 euros, para la mayor parte del olivar andaluz, está por debajo de los costes de producción, por lo que no es sostenible".
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