La celebración del Año Jubilar Mercedario justificó este domingo la pública exposición de la reproducción de la sábana santa de Turín que se conserva en la basílica de la patrona desde el pasado siglo XVI. La pieza no se mostraba desde el año 1934, de ahí que a lo largo del día fueran muchos los curiosos que se acercaran al templo mercedario para conocer una pieza que hasta el primer tercio del siglo XX era mostrada públicamente un par de veces al año: el Jueves Santo y el día de San Bartolomé.
Esta réplica de la sábana santa tiene unas dimensiones similares a la síndone de Turín (4,32 por 1,10 metros) y fue confeccionada en la ciudad francesa de Chambery con anterioridad al año 1532. A la ciudad llegaría más tarde gracias a la mediación del fraile Francisco de Hinestrosa, que en 1571 partió a Flandes en busca de reliquias para el templo mercedario. Hinestrosa era vicario general en las provincias de Italia, vicario general en la Curia de Roma y procurador general de la Orden Mercedaria, con contactos por tanto suficientes para hacerse con una obra de estas características.
La réplica de la sábana santa fue expuesta en el presbiterio completamente desplegada para facilitar su contemplación. Por la tarde se procedió al ejercicio de las Cinco Llagas de Cristo, participando en el mismo el Orfeón de la Merced y San Juan Grande.
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