La portavoz de Ciudadanos en la provincia de Jaén, Raquel Morales, se mostró ayer tajante en rueda de prensa y anunció que el tranvía de Jaén estará en marcha a finales de agosto. Sí o sí. Ese dijo que era el compromiso entre Junta y Ayuntamiento, en el que la Diputación también jugará un papel importante con un 20 por ciento de inversión en los gastos de explotación, acuerdo que debe cumplirse ya que de no ser así podría poner incluso en peligro el pacto PSOE-Ciudadanos en el gobierno andaluz. La afirmación, no obstante, no solo desvirtúa y desacredita las últimas afirmaciones del consejero de Fomento, Felipe López, y del alcalde, Javier Márquez, y su antagonista en el Ayuntamiento, el edil Miguel Contreras, sino que cae como una auténtica losa en la carrera de todos por colgarse la medalla de los primeros pasos del tranvía. Morales y la formación naranja son ya, en cualquier caso, presos de una afirmación tan austera en matices e interpretaciones. Mientras tanto, las pruebas de chequeo del sistema parecen haber finalizado con buenos resultados, sin que se sepa aún que pasó con los sistemas robados en las cocheras de Vaciacostales y que habrá que reponer, claro está. Nueva fecha, por tanto, para que Jaén vea en funcionamiento el tranvía, y muchas nubes aún en el horizonte de un acuerdo que no parece ni tan claro ni tan consensuado.
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