El PSOE andaluz cerró este martes el plazo de presentación de precandidaturas a la Secretaría General del partido con dos certidumbres conocidas de antemano, que Susana Díaz aspirará a revalidar mandato y que el sanchismo no promovería una alternativa, pero también con una sorpresa de última hora con quizás escasas esperanzas de éxito. Cerrado el trámite, la presidenta de la Junta tiene de momento un competidor virtual en la figura de Francisco Miguel Tirado, para la inmensa mayoría un desconocido militante de Linares que a última hora del lunes envió un email a la dirección regional anunciando que está decidido a plantar batalla a la actual lideresa. Este martes cogía su coche y viajaba hasta Sevilla para elevar su gigantesco órdago a oficial.
Más allá de su localidad de origen, De Tirado se conocía simplemente lo que ha ido desgranando en los últimos meses en su perfil de las redes sociales. Integrado en la plataforma local de apoyo a Pedro Sánchez, se ha mostrado muy crítico en sus comentarios con Díaz desde que el secretario general cayó en desgracia en octubre. Fue entonces cuando según su propio testimonio decidió trabajar para rehabilitarle en el cargo, lo que le llevó a participar de forma activa en las primarias del pasado 21 de mayo que frustraron las aspiraciones de la presidenta andaluza. En su particular cresta de la ola, de vuelta a casa se encargó de presentar este mismo martes su candidatura en la Casa del Pueblo de Rus (Jaén). Da el salto, avanzó, porque el proyecto de Díaz está “agonizando”. No obstante, asume que está obligado a ser “realista” porque el reto es “complicado”.
En eso último tiene razón. Para convertirse en candidato y disputar a Díaz el liderazgo en unas primarias Tirado debería ser capaz de reunir 4.850 avales antes del 1 de julio. Misión complicada, salvo que el sanchismo, que a estas alturas ha decidido no involucrarse en misiones suicidas, le brindara algún tipo de complicidad. Pero no será así.
“Con fuerza y ganas”
Susana Díaz se dejó ver en público por la sede regional de  San Vicente ajena a cualquier oponente. Anunció que vuelve a competir por el máximo escalón del PSOE andaluz para así “renovar el proyecto de éxito” que le ha permitido gobernar la comunidad y traducir eso en “progreso y crecimiento”. La presidenta tiró de músculo para proclamar que tras la decepción de las primarias y el agrio Congreso Federal del fin de semana ahora se siente “con fuerza, con ilusión y con ganas” de continuar al frente de la mayor federación territorial del PSOE.
En esa carrera hacia las supuestas primarias del 16 de julio (si su oponente logra los avales) y el Congreso Regional de finales de mes no hay tiempo para mirar hacia Madrid. Por eso se negó a valorar si intuye “injerencias” desde Ferraz contra su candidatura. Lo único que le preocupa, repitió, es forjar un partido “más fuerte y unido”.
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