Silencio de negro y esparto en la plaza de San Francisco para la Hermandad de la Vera Cruz. La elegancia hecha cofradía desde los cirios que abren el cortejo precediendo a la Cruz de Guía al impresionante paso de palio de la Señora de la Soledad. El detalle hecho rito. Los hermanos de la Vera Cruz vuelven a la calle tras quedarse en su templo en 2016 por la lluvia.
Cofradía de negro y a la vez cofradía esperada por el público que una año más abarrotaba la calle San Francisco para ver la sobriedad hecha hermandad, el silencio hecho plegaria, la fe haciendo camino por una ciudad.
La muerte del Señor crucificado con una Madre de la Soledad detrás se hace hermosa de la mano de los cofrades de la Vera Cruz. Y ante ellos, la mirada de un pueblo, la mirada de Cádiz.
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