El presidente de la patronal sevillana (CES), Miguel Rus, hizo una enmienda a la totalidad de la política inversora de las Administraciones Públicas en Sevilla capital durante la reciente asamblea general de la Confederación de Empresarios, pero los datos revelan que al menos en lo que respecta al Ayuntamiento las inversiones reales han crecido desde que Espadas se hizo cargo del gobierno de la ciudad.
Miguel Rus dijo con ironía que daban ganas de pedir también la independencia, como Cataluña, a ver si así nos llegaba al menos parte de una lluvia de millones como la prometida por Rajoy a dicha comunidad autónoma, y acusó a las Administraciones Públicas de no estar a la altura de las circunstancias.
Aunque Rus puede tener razón, y probablemente la tenga, en su queja por la menor inversión en Sevilla del Gobierno central y de la Junta de Andalucía en un escenario, no se olvide tampoco, de crisis económica y de exigencia de la Unión Europea de reducción de nuestro elevadísimo déficit público, esa generalizada crítica no se ajusta a la realidad respecto del Ayuntamiento, que sí está tratando de revertir la situación desde que Espadas fue elegido alcalde a mediados del año 2015.
Y es que precisamente Espadas era el que, en su etapade líder de la oposición municipal, reprochaba continuamente a Zoido que el Ayuntamiento hubiera dejado de ser un motor de estímulo de la economía de la ciudad en general y de los sectores más golpeados por la crisis en particular, como el de la construcción, por ceñirse en exceso a una política de ajuste y de recortes, de ahí que cuando ha llegado al gobierno local ha tratado de significarse justamente por todo lo contrario: impulsar la economía de la ciudad desde el Ayuntamiento, sus organismos autónomos y las empresas municipales.
El análisis de las inversiones comprometidas por el gobierno local y, más importante aún, de su grado real de ejecución demuestra que sólo se ha revertido la caída de las mismas en el año 2016, justo el año en que Espadas pudo materializar sus primeros Presupuestos netos de su mandato, ya que en 2015 heredó el de Zoido una vez elegido alcalde.
Y ejecutadas
Hace cinco años, en sus primeros Presupuestos no heredados (2012), Zoido anunció unas inversiones de 23,7 millones de euros, pero en la práctica se redujeron a 15,8 millones (un 66,82% de ejecución).
A partir de entonces, las inversiones comprometidas fueron cayendo (8 millones menos en 2013; 3 millones menos respecto del año anterior en 2014) hasta un leve repunte en el año electoral de 2015 (+ 1,8 millones). En resumen, en cuatro años se pasó de 23,7 millones de euros en inversiones comprometidas a 14,3 millones.
Los datos son todavía más reveladores cuando se analiza cuánta de esa inversión municipal comprometida o anunciada se llevó a la práctica realmente. Así, los 23,7 millones de 2012 se quedaron a la hora de la verdad en 15,8 millones (grado de ejecución del 66,82%). El gobierno de Zoido no pasó de ejecutar un máximo del 72,65% (y eso fue en el año 2015) de las inversiones comprometidas.
Entre 2012 y 2015, el anterior gobierno comprometió inversiones en la ciudad por un valor total de 66.220.756 euros, pero realmente sólo ejecutó por valor de 46.366.007 euros, prácticamente 20 millones menos de lo que podría haber hecho, lo que significó un grado de ejecución medio del 70%.
Repunte
Estas cifras contrastan con las inversiones del gobierno de Espadas en 2016. Aunque la inversión comprometida fue todavía inferior a la de Zoido en 2012 (21,4 millones de euros frente a 23,7 millones), su grado de ejecución fue, comparativamente, muy superior.
Y es que los 23,7 millones de Zoido se redujeron en la práctica a 15,8 millones, mientras que Espadas ejecutó 17,5 millones de los 21,4 millones anunciados: un 81,76% frente al 66,82% de los primeros Presupuestos netos de Zoido y casi doce puntos más que la media de aquél en todo su mandato.
La conclusión, pues, es que con los 17,5 millones de euros invertidos realmente en 2016, el Ayuntamiento, contrariamente a la impresión dejada por Rus, ha invertido más que nunca en los últimos cinco años para tratar de afianzar, dentro de sus limitaciones en comparación con la magnitud de otras Administraciones (Estado, Junta de Andalucía) la incipiente recuperación económica.
Cambio de signo en Urbanismo y Emasesa
La cuantía de las inversiones públicas conforme a los expedientes tramitados en dos potentes brazos ejecutores del Ayuntamiento, como la Gerencia de Urbanismo y Emasesa, demuestra también que se ha producido un salto cuantitativo importante en estas dos entidades.
En 2012, la inversión pública de la Gerencia de Urbanismo fue de tan sólo 1,6 millones de euros. Desde esa mínima cifra de aquel año se dio un salto espectacular todavía bajo el mandato de Juan Ignacio Zoido, en 2013, al pasarse a los 15 millones de euros en números redondos, pero luego volvieron a registrarse caídas significativas: 6,1 millones en el año 2014 y 9,5 millones en 2015.
El año pasado, con datos estadísticos sólo hasta el mes de septiembre, ya se alcanzaron los 16 millones de euros, 6,5 millones de euros más que en el ejercicio precedente (incremento del 68,42%).
Similar salto se ha producido en la empresa metropolitana de aguas. Sus inversiones, según los expedientes realmente tramitados, ascendieron a 10,1 millones en 2012, y se mantuvieron en esa línea los años siguientes (11,4 millones en 2013; 10,6 millones en 2014; 12,7 millones en 2015).
El año pasado, sin embargo, ascendieron a 22 millones de euros, 10 millones má en números redondos que en el ejercicio previo, con un incremento del 73%.
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