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Jerez

5.000 personas se echan a la calle contra los recortes sanitarios

La protesta fue promovida por el marido de la mujer atropellada que esperó "casi una hora" la llegada de la ambulancia. “Esto no se puede quedar aquí”, señaló

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Unas 5.000 personas, según la Policía Local, se han manifestado este domingo all mediodía en Jerez contra los recortes sanitarios respaldando de esta manera y de forma masiva la protesta promovida por Joaquín Fernández después de que su mujer fuera atropellada en un paso de peatones en la avenida de Europa el pasado día 10,  y la ambulancia tardara en llegar “casi una hora”. Antes de iniciar la marcha “Por una sanidad pública y digna” bajo el lema ‘La sanidad no se vende, se defiende’, Fernández no se atrevía a cuantificar la respuesta ciudadana a su llamamiento para que se echaran a la calle y dijeran basta. Un calor que ya empezó a sentir el mismo día del suceso cuando el vídeo que subió a su perfil de la red social Facebook denunciando los hechos se convirtió en viral. Desde ese momento, como dijo, “tengo miles y miles y miles de fotografías en hospitales distintos... de aquí de Trebujena, de Cádiz, montones de fotografías de personas esperando camas para ser ingresada en urgencias, en los pasillos, gente que pide cita en centros de salud y se la dan dentro de dos semanas; esto de alguna manera tiene  que acabarse sí o sí y por eso estamos aquí”.

"Es muy fuerte estar tirada en la calle más de 40 minutos tras ser atropellada y con principios de hipotermia”


Aún no habían empezado a andar y nada más poner un pie en la Plaza del Caballo, de donde partían hasta completar el recorrido en la Plaza del Arenal,  Joaquín ya se sentía arropado por amigos y vecinos de Jerez y de otros puntos de la provincia que empatizaban con su denuncia social. Se sentía “orgulloso” de ver a “tantos compañeros reunidos” en una convocatoria que nace de un episodio personal, que se fue complicando a medida que avanzó el día después de que una vez que por fin fue trasladada al Hospital de Jerez “tuviera que esperar diez horas en Urgencias”.


En este caso, la protagonista fue su esposa, pero “para que esto no vuelva a pasar tenemos que crear conciencia y si empezamos desde aquí pues mejor que mejor”. Para el promotor de esta manifestación, una de las más numerosas de los últimos años que reunió a familias al completo y profesionales sanitarios con (los que menos) y sin bata blanca,  la respuesta ciudadana evidencia que “esto no puede quedar aquí, y tiene que seguir”. ¿Qué pueden hacer los usuarios de la sanidad pública  que se identifiquen con Javier?“Que reclamen y denuncien lo que está pasando, que la sanidad está patas arriba”, afirmó, confiando en que a esta manifestación le sigan más acciones reivindicativas. 

Sin pancartas políticas
“Esto no puede ser.  No pueden decir que la sanidad es puntera, que no hay retrasos en los hospitales ni en las listas de espera; eso es completamente falso y lo demuestra la gente que se ha manifestado aquí y en Sevilla, Granada,  Málaga... y por eso estamos aquí”, advirtió aprovechando para dar un tirón de orejas a la clase política, que, a excepción del PSOE, se dejó ver en el recorrido, pero respetando el llamamiento de Fernández de que lo hicieran “como ciudadanos” y “sin pancartas políticas”. A ellos les pidió expresamente que “sean servidores públicos” porque “para eso les hemos votado” y que “nos escuchen” y “luego en las instituciones hagan su trabajo”,  tras advertir que la acción de ayer quedaba fuera de cualquier intento de confrontación o politización.


Junto a él, aunque en un segundo plano, encabezando también la manifestación estaba su esposa, Carmen Rubiales, con sus hijos. Visiblemente emocionada, se le quebraba la voz al recordar lo que pasó ese fatídico día que por suerte quedó en un susto y reconocía estar “bastante abrumada” puesto que  “no sabía que iba a ver a tantísima gente”. Han pasado 20 días pero a Carmen no se le quita de la cabeza cómo se sucedieron los acontecimientos desde que una moto le arrolló en un paso de peatones. “Es que es muy fuerte. Eso hay que vivirlo” dijo tras narrar que se pasó “tirada en la calle” más de 40 minutos y “con principios de hipotermia ”esperando una ambulancia. Su calvario, en cualquier caso, acababa de empezar, pues tenía por delante todo un día en Urgencias para someterse a pruebas médicas, hasta que cerca de las nueve de la noche abandonó el hospital. “Gracias a Dios no me ha pasado nada malo; estoy viva, no he dejado mis hijos huérfanos, porque podría haber sido más fuerte, pero es una injusticia que cuando tú llegas a la residencia y sabiendo que vienes de un accidente y que no saben si tienes derrame por dentro,  te atiendan a las dos horas y estés gritando de dolor y pidiéndoles que me miraran por dentro”.


Una odisea en la que el remate fue cuando le dijeron que no quedaba collarín. “Gracias a Dios me dieron los resultados y no había nada roto, pero tras mandarme a la sala de yesos y ponerme  una férula en un dedo y el brazo en cabestrillo, me dicen que me tienen que poner collarín y tras media hora esperando que lo busquen, me dicen que vaya a mi centro médico y reclame mi collarín. Es injusto”, dijo. Lo peor de todo, como resaltó, es que su caso “no es aislado” y “se vive en el día a día”.

“Hay que dar la cara”

El presidente del Sindicato Médico, Pedro Calderón, cuya organización respaldó la manifestación al igual que la Marea Blanca de Jerez y Cádiz, junto con la Plataforma para la apertura del centro de radioterapia y Solidaridad, calificó de “éxito” la convocatoria, que desplazó hasta a Jerez a vecinos de Trebujena, El Puerto y otras pedanías cercanas. 

Para Calderón, la reacción a la manifestación demuestra que “la gente ha dicho que hay que dar la cara” pero, sobre todo,  supone “una llamada de atención importante a la Administración para que esto cambie”, señaló tras destacar la “valentía” del promotor de la manifestación y su “esfuerzo”, así como la “solidaridad” de los asistentes al secundar esta acción, que concluyó en la Plaza del Arenal con una suelta de globos y la lectura de un manifiesto.


Era el punto y aparte a un recorrido que abarrotó Santo Domingo y la calle Larga. Un trayecto con cánticos expresos a la presidenta de la Junta: “Susana Díaz, recorta todos los días” y a los dos partidos mayoritarios: “PSOE y PP recortan a la vez”, se oía, y con duros mensajes plasmados en pancartas que llamaban a la reflexión. “Urgencias para curarse, no para morir”, decía uno de ellos. n

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