El PP no tiene previsto cubrir el hueco de José María Aznar en la presidencia de honor del partido a la que el expresidente renunció el pasado 20 de diciembre, ya que no prevé cambiar sus Estatutos cuando establecen que sólo pueden ocupar el puesto los ex presidentes nacionales del partido y no queda nadie más que Mariano Rajoy, actualmente en el cargo.
Los 'populares' han preparado una ponencia de Estatutos para su debate en el 18 Congreso y en el documento no se incluye ningún cambio al respecto, aunque cabe la posibilidad de que se presenten enmiendas durante ese cónclave y se apruebe alguna novedad. El trabajo ha sido coordinado por Fernando Martínez-Maíllo, vicesecretario de Organización del PP.
La redacción del artículo 45 prevista de momento es idéntica a la actual: el Congreso Nacional del PP puede nombrar un presidente de honor entre quienes hayan sido presidentes nacionales y hayan contribuido "de forma determinante al fortalecimiento del proyecto político". Es decir, si no hay cambios, el puesto quedará vacante.
El PP sólo ha tenido tres presidentes desde que nació como tal, tras la refundación de Alianza Popular en 1989. El primero fue Manuel Fraga, fallecido en 2012, al que el partido mantiene el reconocimiento como Presidente Fundador. Le siguió en el cargo José María Aznar en 1990, quien a su vez dejó como sucesor a Mariano Rajoy en 2004.
En el congreso de ese año Aznar fue elegido presidente de honor a propuesta de Rajoy, cargo en el que fue revalidado por los congresos posteriores de 2008 y 2012. Ya no ocurrirá lo mismo en el siguiente, convocado del 10 al 12 de febrero en Madrid.
UNA RUPTURA TRAS MUCHOS DESENCUENTROS
La ruptura de Aznar con Rajoy se produce después de años de desencuentros, en los que el expresidente ha criticado desde la fundación FAES muchas de las decisiones del Gobierno del PP, desde la subida de impuestos hasta la actuación en Cataluña.
El pasado verano, ya no se les vio juntos en la tradicional 'foto' del campus FAES y tampoco el expresidente participó en la campaña electoral de las generales. El pasado 3 de octubre la fundación que preside Aznar anunció que se desvinculaba del PP y, por lo tanto, dejaba de percibir subvenciones públicas.
El último enfrentamiento se produjo hace pocas semanas. FAES afeó a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que cuestione la actuación que realizó el PP recogiendo firmas en 2006 contra el Estatuto de Cataluña, algo que, a su juicio, evidencia "de nuevo" esa tendencia en el partido a "asumir el relato" de sus adversarios políticos.
LA CARTA DE AZNAR
Así las cosas, el pasado 20 de diciembre Aznar enviaba a Rajoy y publicaba en su web una carta en la que anunciaba su decisión de "renunciar a la presidencia de honor del PP", una decisión que enmarcaba en la ruptura del PP con FAES.
"Hoy la nueva situación de la fundación FAES, que desde de su creación en Valladolid en 1989, siendo yo presidente de la Junta de Castilla y León, ha estado vinculada al PP; su independencia y, por consiguiente, su desvinculación del Partido Popular, aconseja, sinceramente, esta decisión", agrega.
Aznar señala que esta decisión, "junto a otras consideraciones que alargarían innecesariamente estas líneas", significan también su "no participación" en el XVIII congreso del PP.
"He participado en todos los congresos del Partido Popular desde 1979. Será la primera vez que no lo haga, y, por lo tanto, quiero expresar mis mejores deseos de éxito en tan importante cita", manifestaba en su carta.
En la misiva, Aznar aclaraba sin embargo que seguirá siendo militante del partido. "Después de haber sido durante ocho años presidente del Gobierno de España; durante 14 años presidente nacional del PP y durante otros tanto su presidente de Honor, mantengo mi condición de militante del PP, adquirida hace casi ya 38 años", recalcó.
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