El nuevo sector crítico del PSOE aglutinado en torno a la Plataforma Pro Congreso Extraordinario y Primarias realizó este jueves su primera demostración de fuerza en Sevilla, el feudo histórico de Susana Díaz. Logró congregar a unos 300 militantes y simpatizantes en un hotel de la capital andaluza atraídos por el cartel que formaban tres de los diputados díscolos que rompieron la disciplina de voto y optaron por el “no” en lugar de la abstención en la investidura de Mariano Rajoy.
Odón Elorza, Zaida Cantero y Rocío de Frutos pusieron voz al sector de la militancia que clama por un congreso extraordinario inminente que acabe con la interinidad en la dirección y por la elección del nuevo secretario general por primarias y, de paso, protesta por las formas con las que el sector oficial acabó derribando a Pedro Sánchez.
Elorza fue contundente en su turno de palabra. Recuperó el “no es no” del exsecretario general caído y exigió “primarias limpias”, una “política de izquierdas nítida” y el “entendimiento con otras formaciones sin líneas rojas”, en alusión a Podemos. Recetó “autocrítica” y lanzó un mensaje sin citar destinatario, pero que aventuraba como destinataria a Susana Díaz: “No comparto valores con algunas personas del partido”. El exalcalde de San Sebastián se despidió con un “República y libertad”.
Pocos rostros conocidos entre el público, más allá de la exdelegada de Cultura de la Junta en Sevilla, Maribel Montaño, y de otra de las voces más críticas con Susana Díaz, la del alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, que alertó de que “no hay que demonizar a compañeros, pero tampoco ser ingenuos”. Otro dardo lanzado. El primer acto de los críticos acabó puño en alto y bajo los sones de la Internacional.
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