Un nuevo horizonte económico se ciñe sobre el futuro más inmediato de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz, una administración representativa de las 19 localidades que componen la comarca y que lucha por su supervivencia y viabilidad económica. Ello dependerá en gran medida del papel que desempeñe cada municipio adscrito a esta institución, entre ellos Arcos de la Frontera.
En este contexto de redefinición, Arcos aspira a continuar rebajando su cuota de participación, que incluso llegó a situarse en los 257.000 euros anuales; una cantidad ahora inasumible para un municipio con graves carencias económicas. Las gestiones del alcalde Isidoro Gambín ante el presidente de la Mancomunidad, el también socialista Juan Nieto, fueron claves para que su cuota pasara a los 165.000 euros actuales. Sin embargo, Gambín entiende que el esfuerzo debe ser mayor por parte de sus compañeros serranos, ya que el municipio desea fijar esa cuota a lo largo de 2017 en 100.000 euros, aspecto que todavía deberá confirmar la propia Mancomunidad. “Lo que no podiamos seguir es como estábamos, pagando 257.000 euros sin recibir nada, y eso denota una falta de gestión. Este Gobierno se ha hecho responsable de la situación”, señala Gambín.
Como se confirmó hace unos meses, la Mancomunidad mantiene nuevos compromisos de colaboración con la ciudad, entre ellos la construcción y gestión de una escuela infantil en la barriada de Jédula, al tiempo de mantener operativa la guardería del Barrio Bajo y el servicio de retirada de animales abandonados, aunque este último servicio viene siendo suplido en cierto modo por entidades a título particular, en el caso de la protectora de animales ASOSA.
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