Cuando llega a un pueblo siempre visita, por norma general, la iglesia y el cementerio. No es de extrañar. El malagueño José Manuel Frías ha hecho de su afición a lo paranormal su profesión. Periodista, escritor e investigador de lo oculto, no es supersticioso, es más, el 13 está entre sus números favoritos. Aunque lo suyo es indagar entre papeles y testimonios, admite haber pasado miedo en más de una ocasión a pie de campo. Escalofríos que no le han hecho recular en su afán por desvelar misterios. Ahora, de la mano de Málaga en el Corazón, vuelve a mostrarnos los que tenemos más cerca de lo que pensamos, en rutas que nos descubrirán la ciudad más misteriosa o los capítulos más trunculentos. Éstas son algunas de las historias que podremos encontrar.
Plaza de las Penas
Al abrigo del oratorio de la Virgen de las Penas, esta escondida plaza nos traslada a la Málaga de los milagros. En 1647 habitaba una casa con pozo -de ahí el nombre de la zona- Catalina Bejarano. Su hijo marchó a la guerra de Portugal y tras dos años no tenía noticias de él. Una señora entró a coger agua del pozo pero no podía. Otros dos señores tampoco lo logran. Catalina sí pudo, y descubrió un lienzo de la virgen. La colocó, a modo de capilla en el patio pidiendo una señal de su hijo. Una madrugada descubre que el rostro de la virgen se transfigura en el de su hijo, desmayándose. Cuando vuelve en sí su hijo entra por la puerta. Aquello fue tan conocido que muchos malagueños empiezan a visitar el lugar que un siglo después se convirtió en capilla sacralizada. Aunque con el tiempo se perdió, ha quedado en las crónicas antiguas.
Iglesia del Sagrado Corazón
Está obra neogótica de Strachan también alberga secretos en su interior. Aquí está enterrado Tiburcio Arnainz, uno de los místicos más importantes de la Iglesia -ahora se plantea su beatificación-. El sacerdote jesuíta nacido en Valladolid dedicó buena parte de su vida a vivir en la provincia y ayudar a los más necesitados. Durante una de las concurridas misas en Álora se quedó pálido y pidió a los feligreses que guardaran un minuto de silencio por las víctimas del incendio de la Aduana. El alcalde indagó sin éxito si alguien conocía el suceso. El padre Tiburcio relató “en tiempo presente” cómo alguien se arrojaba o era devorado por las llamas. Tres días después llegó la noticia al pueblo corroborando que el fatídico hecho de 1924 se produjo el mismo día y a la misma hora que lo narró .
Calle Fresca
En un rincón de esta calle se escondía José de la Rosa, natural de Priego de Córdoba, contratado para matar a alguien. En ese momento pasa José Rando y Soulé, personaje importante en la época, con un sereno y de la Rosa le clavó un puñal en el corazón. Al detenerlo acusa al abogado que lo ha contratado, aunque nadie le hace caso. En el último momento el sereno recuerda haber visto a un segundo implicado. Al final se descubre un caso casi de novela. La mujer del muerto tenía relaciones con el abogado y decide encargar el asesinato de su marido. En el último minuto no se atrevió a dar la puñalada y lo hizo el propio abogado. Los dos fueron condenados a morir por fusilamiento. Fue un caso muy sonado.
Historias que ponen los pelos de punta, que pueden provocar insomnio o dejar impertérrito a los más incrédulos. Como la leyenda del Cortijo Jurado. Frías asegura que “se han contado muchas cosas falsas, el 90 por ciento es leyenda, aunque hay un 10 por ciento de testimonios verídicos”. No te pierdas el reportaje completo en vídeo que acompaña esta información en www.vivamalaga.net.
Información sobre las rutas en Málaga en el Corazón: www.malagaenelcorazon.com
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