La Junta se ha topado contra un muro económico por culpa de las aguas movedizas que rodean al Gobierno en funciones, obligado a sobrevivir entre los equilibrios funambulescos para intentar retener la Moncloa y la amenaza de sanción de Bruselas que pende sobre su cabeza como castigo por sobrepasar el listón del déficit. Al Ejecutivo que preside Susana Díaz esa cascada de acontecimientos se le presenta como las dos caras de una misma moneda: los recortes le entregan en bandeja munición a diario para cargar contra las injusticias de Madrid justo en los momentos decisivos de la negociación para evitar las terceras elecciones, pero al mismo tiempo la amenaza real, más allá del combate político, es que los tijeretazos acaben aflorando y tiren por tierra su margen de maniobra.
Algunos ingredientes de ese laberinto salpicaron ayer la sesión de control al Gobierno en el Parlamento de Andalucía. Ciudadanos le sirvió a Susana Díaz en bandeja la enésima protesta al plantearle una pregunta sobre la reducción del desempleo que acabó derivando hacia los efectos de la sanción que Bruselas podría dejar caer sobre España. La presidenta tiró de documentación y confirmó sus pesares. “Yo llevo dos meses diciéndolo: iba a llegar y llegó”, protestó con tres folios en la mano.
Lo que aireaba era la carta que la Vicepresidencia Europea que encabeza Jyrki Katainen dirigió el miércoles al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, en la que le enumera los 60 programas que benefician a España y Portugal que quedarían en suspenso si finalmente la sanción al Ejecutivo de Rajoy y al de Lisboa por sus incumplimientos toma forma. En lugar de aplicar un multa millonaria, la UE apuesta por castigar a ambos países sin esos paquetes de ayudas.
En ese listado de posibles damnificados figura, cómo no, Andalucía. Según la misiva, la comunidad puede empezar a temblar por el futuro inmediato del Fondo Social Europeo y de las ayudas del Feader, el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, todas ellas contempladas en el Marco Estratégico 2014-2020. Hay motivo para la alarma en San Telmo: aunque el listado que lució ayer Díaz es una filtración del eurodiputado de ICV-EUiA Ernest Urtasun que Bruselas se niega aún a confirmar, los fondos europeos son un grifo económico que la Junta no puede permitir que acabe estrangulado.
El Presupuesto de 2016, por ejemplo, contempla hasta 3.160,5 millones de euros de ingresos con cargo a transferencias de la UE, lo que se traduce en la nada despreciable cifra del 11,3% de todos los ingresos no financieros con los que cuenta la maquinaria administrativa andaluza para este año. Sólo el Fondo Social, de momento congelado por esas irregularidades detectadas por Bruselas que la Junta cree a punto de solventar, suponen 592,2 millones destinados, en su mayor parte, a políticas de formación e inclusión social. El Feader tiene consignados otros 385 millones para este ejercicio.
El otro frente abierto
Díaz apunto ayer de nuevo hacia Madrid para reprocharle que los posibles recortes vayan a recaer “sobre los ciudadanos en lugar de sobre el culpable, Rajoy”. A él le ha achacado en los últimos días la otra amenaza que se cierne sobre Andalucía: el supuesto perjuicio del cierre anticipado del Presupuesto nacional para calmar también a la UE. Ese bloqueo, habitual en noviembre y adelantado ahora a agosto, impide a los ministerios librar pagos no comprometidos ya. La Junta llegó a hablar de un daño de 2.500 millones que ahora ha rebajado hasta los mil millones.
Moreno, de Platanito a Georgie Dann...
Susana Díaz se ha aficionado a colocarle disfraces al líder de la oposición. Si hace 15 días comparó a Juanma Moreno con Platanito, el torero que pedía una oportunidad, ayer le rebautizó como Georgie Dann por entonar por estas fechas “la canción del verano” de la sanidad. El rifirrafe ya clásico entre ambos se movió por un campo, el sanitario, que Díaz considera la “joya de la corona” y el líder del PP cree que es víctima de sus recortes.
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