Los presidentes de Armenia, Serge Sargsián, y Azerbaiyán, Ilham Alíev, reiteraron hoy en Viena su compromiso con el alto el fuego y la solución pacífica del conflicto en el enclave de Nagorno Karabaj, según un comunicado conjunto divulgado por la OSCE.
Para reducir el riesgo de más violencia, que volvió a desatarse en abril pasado, los gobernantes se mostraron de acuerdo en finalizar en el menor tiempo posible un mecanismo de investigación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Además, acordaron continuar el intercambio de datos sobre los desaparecidos bajo los auspicios del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a la que los presidentes se comprometieron durante la cumbre de París de octubre de 2014.
Los presidentes armenio y azerbaiyano acordaron una próxima ronda de conversaciones en junio en un lugar de mutuo acuerdo con el objetivo de reanudar las negociaciones sobre un acuerdo global.
Este nuevo compromiso con la solución pacífica en Nagorno Karabaj, enclave armenio en territorio azerbaiyano, fue divulgado tras reunirse ambos gobernantes con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov; el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y el secretario de Estado de Asuntos Europeos de Francia, Harlem Desir, en representación de los países copresidente de la OSCE Grupo de Minsk.
En la reunión se reiteró que no puede haber una solución militar al conflicto, y los copresidentes insistieron en la importancia de respetar los acuerdos de alto el fuego de 1994 y 1995.
El Parlamento de Armenia rechazó el lunes incluir en el orden del día un proyecto de ley sobre el reconocimiento de la independencia de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, enclave armenio en territorio de Azerbaiyán.
Recientemente, el Ministerio de Defensa azerbaiyano advirtió de que "si Armenia no cumple las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para la inmediata liberación de los territorios ocupados", la guerra "será inevitable".
La actual tensión entre armenios y azerbaiyanos estalló a principios de abril, cuando los cruentos combates en la frontera entre ambos países y el Karabaj costó la vida de 150 personas, en su mayoría militares.
Un acuerdo de alto el fuego, que reforzó el vigente desde 1994, se alcanzó tras más de tres días de hostilidades, aunque ambos bandos se acusan diariamente de violarlo.
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