El convenio colectivo del Metal, uno de los más importantes de la provincia por el número de trabajadores al que da cobertura (unos 12.000), se encuentra bloqueado y sin visos de revisión a corto plazo un texto que expiró el 31 de diciembre de 2014. Sindicatos y patronal rompieron en abril las negociaciones que mantenían desde hace 18 meses y el conflicto parece abocado a un callejón sin salida. De momento, los sindicatos UGT y CCOO han convocado para la próxima semana dos asambleas comarcales donde podrían acordarse movilizaciones.
Los sindicatos culpan a la parte empresarial de la ruptura de las negociaciones por su pretensión de eliminar derechos ya consolidados, y algunos de los cuales estaban por debajo de los mínimos que marca el Estatuto de los Trabajadores. Javier Perales, secretario de la Federación de Industria de UGT, enumeró ayer entre las exigencias de los empresarios que no han aceptado la eliminación de permisos retribuidos, el no reconocimiento de la antigüedad, mejoras en la jornada laboral o la no aplicación de la retroactividad para la revisión salarial. Y es que, el bloqueo del convenio desde finales de 2014 ha hecho que durante el año 2015 no se realizara revisión salarial alguna, así como ningún tipo de mejora social. Aunque ya hubo una mediación fallida de la Junta de Andalucía, los sindicatos piden de nuevo la implicación de la Delegación provincial de Empleo. De momento, UGT y CCOO han convocado dos asambleas de delegados los días 17 y 19 de mayo, en Linares y La Carolina, respectivamente, donde podrían acordarse medidas de presión ante la situación de parálisis del convenio colectivo.
Crisis
La crisis económica de los últimos años no solo desmanteló la industria de la automoción tras el cierre de Santana Motor, sino que el mercado automovilístico se hundió en consonancia con el resto del país. La Federación de Empresarios del Metal (FDM) admitió recientemente que la organización agrupa actualmente a unas 900 empresas en toda la provincia, frente a las 1.500 que había hace una década, es decir, 600 menos. La FDM agrupa a unos9.000 empleos en los sectores siderometalúrgico, comercio del metal y distribuidores del butano.
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