El innovador casco es fruto del trabajo del ingeniero onubense Andrés Mejías en colaboración con la asociación ASPROMÍN.
El casco se coloca sobre la cabeza del niño que está realizando la terapia y recoge sus ondas cerebrales. Después, el software diseñado por Mejías las registra y mide el grado de atención y relajación del menor en cada momento.
De esta forma, el terapeuta conoce la eficacia de su trabajo y puede ajustar la actividad a las necesidades de cada usuario en fase de atención temprana.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es