El acto inaugural de este recinto, que llevará por nombre Manuel Montesinos, y que albergará a internos en situación de tercer grado y servirá también para realización de trabajos sustitutorios de condena, tendrá lugar cuatro meses antes de que el recinto pueda contar con personal propio asignado.
La razón, como ya adelantó EL FARO INFORMACIÓN, es que los traslados resultantes del proceso concursal abierto para ello -y finalizado el pasado 22 de abril- no se harán efectivos hasta el próximo mes de septiembre.
De este modo, serán funcionarios en prácticas y personal interino los que ejercerán en el CIS hasta que se asignen las plazas previstas. Las mismas fuentes resaltaron, asimismo, la ausencia, por el momento, de un director asignado. En cualquier caso, según ha podido saber este diario el CIS comenzará a funcionar con todo el personal “después del verano”.
La plantilla del CIS estará conformada por 53 funcionarios y un director independiente del de Botafuegos. El plantel lo conformarán 15 funcionarios de exterior, además de 10 jefes de servicio y personal de apoyo.
Asimismo, contará con un subdirector de tratamiento. El recinto contará con plazas para 300 internos.
A principios de esta semana, los directores de todos los centros penitenciarios del país mantuvieron un encuentro en Madrid durante el cual se anunció la próxima apertura de nueve centros de inserción en todo el territorio nacional. Así lo confirmó el máximo responsable del centro algecireño, Francisco Márquez.
Huelga
Por otra parte, los 11 etarras que permanecían en situación de huelga de higiene como protesta por supuestas agresiones y registros arbitrarios hacia uno de ellos cesaron en los últimos días sus medidas de protesta, según ha podido saber este diario.
En base a estas informaciones, en los últimos días de la pasada semana y los inicios de ésta fueron abandonando la huelga, hasta que sólo quedó uno. Este último preso dejó la huelga, según las mismas fuentes, el pasado martes.
La protesta de los presos relacionados con la banda terrorista comenzó a finales del pasado mes de abril con una huelga de hambre que se prolongó durante dos días. Después, los 16 internos que iniciaron la protesta se declararon en huelga de higiene, y varios de ellos fueron trasladados.
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