Tras la concentración, que precedió a la sesión de control al Ejecutivo andaluz en el pleno de la Cámara, los funcionarios se trasladaron a las puertas de la institución para escenificar el primer paro de una hora que van a llevar a cabo.
La movilización fue acordada por la asamblea general de trabajadores y se repetirá, junto con los paros de 12.00 a 13.00, durante todos los jueves de pleno en los meses de mayo y junio.
La medida cuenta con el respaldo de las tres centrales sindicales con representación en el Consejo de Personal (CCOO, CGT y UGT), que rechaza así lo que consideran una "imposición" de la dirección del Parlamento en la negociación de la reforma de la función pública de esta institución.
Según los sindicatos, la propuesta de la dirección parlamentaria supondrá el aumento de la discrecionalidad para adjudicación de "puestos singularizados", el incremento de las libres designaciones con "pérdida" de la neutralidad y la lealtad a la institución y los sistemas objetivos de selección y promoción profesional, como las oposiciones.
"No se trata de una huelga económica, tal y como la dirección quiere trasmitir a la Mesa del Parlamento y a la opinión pública", indicaron los representantes sindicales.
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