Gordibuenas y Fofisanos. Las playas están llenas de ellos, porque básicamente son la gente normal. Los fofisanos son la tendencia estética masculina del momento y, aunque parezca mentira, ni siquiera precisa gimnasio. Es la figura de los que han renunciado a tener un cuerpo 10 a cambio de disfrutar de los pequeños placeres de la vida, los que nos saben a gloria, como salir de tapas, tomar una cerveza, o degustar con cierta regularidad un buen plato de cuchara sin después sentirse culpable e ir corriendo a machacarse al gimnasio.
Todo empezó cuando a Leonardo DiCaprio le pillaron en Miami a bordo de un barco, más rellenito que de costumbre y con sus nacaradas carnes al aire. Esas fotografías empezaron a correr por las redes sociales, de tal manera que DiCaprio pasó a convertirse en el estereotipo del fofisano de libro. Su aspecto recuerda al de los papis estupendos, mucho más naturales con su barriguita cervecera que con los musculitos tipo Ronaldo o Beckham, difícil de ver por las playas y más en hombres de más de 35 años. El femenino de los fofisanos son las gordibuenas, y con éste concepto se define a las mujeres que no les importante lucir algún michelín que otro. Es importante aclarar que estos términos no describen a las personas obesas y con problemas de salud. Hacen referencia a aquellas que estando sanas, gozan de un pequeño sobrepeso.
Julia Pereira ronda los 60 años pero se siente una gordibuena con todas las letras. En realidad dice que lo ha sido toda la vida, por eso puede hablar de como se sienten las chicas jóvenes angustiadas por tener una figura diez. “Me gusta esta moda, espero que se establezca porque ayudará a muchas mujeres a ser más felices. La sociedad nos impone un físico concreto y para muchas es un motivo de sufrimiento. De todas formas, creo que esa moda va a beneficiar más a los hombres que a las mujeres, como suele ocurrir con los cánones de belleza”.
Para Lola García las exigencias sociales deben cambiar. “Creo que para tener un aspecto saludable una mujer tiene que pesar en torno a los 55 y 65 kilos, en función de la altura, claro está. De todas formas, siempre se ha dicho que la gordura (controlada) es hermosura. Tengo la suerte de que nunca me han preocupado muchos los kilos. Lógicamente me cuido, pero más por salud que por físico”.
La realidad es que todos somos gordibuenas y fofisanos. Todos tenemos defectos. Nadie es perfecto. Así que, la excepción en realidad son los modelos divinos y perfectos que aparecen en publicidad (retocados, por supuesto).
Las mujeres seguirán teniéndolo más difícil. Tal y como decía Julia, hasta que no veamos a los hombres VIP (tales como Leo DiCaprio) con una gordibuena sin pareo cogida de la cintura, no se podrá decir que el estereotipo está superado.
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