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Andalucía

Cristina Ybarra: "La música hace que la poesía sea gigante"

Cristina canta y compone. No recuerda exactamente cuando nació su afición por la música aunque posiblemente fuera escuchando cantes por alegrías en la peña flamenca de Andújar donde su padre, el profesor y escritor Alfredo Ybarra, la llevaba. A los 12 años llegó su primera guitarra.

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  • Cristina Ybarra en concierto -

Cristina canta y compone. No recuerda exactamente cuando nació su afición por la música aunque posiblemente fuera escuchando cantes por alegrías en la peña flamenca de Andújar donde su padre, el profesor y escritor Alfredo Ybarra, la llevaba con frecuencia desde pequeña. A los 12 años llegó su primera guitarra.
Los estudios de química la llevan a Granada, ciudad que adora y que le marca, donde compone sus primeras canciones.
"Crecí en Andújar, jugando a la pelota y yendo a catequesis, como todos los niños. Cuando tuve que decidir mis estudios universitarios Granada se presentó como un destino claro, porque era una ciudad que me encantaba y no me equivoqué, ha influido mucho en cómo soy ahora.
Allí, estudiando química, fue el año pasado cuando una profesora me ofreció un puesto como lectora de español y colaboradora en un proyecto de investigación en química orgánica en un college de Míchigan. Cuando me lo dijo vi el cielo abierto, aún sin saber qué era un college y dónde estaba Míchigan. Ahora que acabo de volver, con una experiencia inmensa a las espaldas ya sé que un college es una Universidad diminuta y que Míchigan está en el epicentro mundial del invierno. He pasado ocho meses allí y he comprobado lo importante que es alejarse un tiempo del hogar para ver las cosas con otra perspectiva.
A partir de ahora, hasta que comience un máster el próximo curso, estaré en Andújar de nuevo, dedicándole  mucho tiempo a la música e impartiendo clases particulares de química y otras materias".

Preguntamos a Cristina por su relación con la música, sus primeros recuerdos, sus comienzos, "me apasionaba cantar desde pequeñita y nunca sé explicar cuándo comenzó todo pero me imagino que sería alguno de aquellos momentos escuchando alegrías en la Peña Flamenca, donde mi padre me llevaba muy frecuentemente desde que tengo uso de razón. Creo que fue allí donde un día me empeñé en que quería tocar la guitarra y cuando por fin en mi 12 cumpleaños me la regalaron, me apunté a clases de guitarra flamenca. Aunque después de un tiempo intentándolo decidí que aquello no era lo que quería tocar, me dio una buena base sobre la que seguir aprendiendo por cuenta propia, tratando de tocar canciones de mis artistas favoritos. Pero realmente no fue hasta que comencé la universidad cuando empecé a tomármelo más en serio. Yo vivía en una residencia a la que llegó una chica que tocaba la guitarra y cantaba como los ángeles. Me dio envidia y empecé a trabajar más en aquello. Ella me ayudó mucho a que mi aprendizaje fuera cada vez más rápido y fue quien me dio el empujón cuando empezaba a componer mis primeras canciones. A día de hoy ella sigue siendo la primera persona que escucha una nueva composición y  la opinión que más valoro siempre. Es muy bonito tener alguien que se conozca mis andanzas musicales desde el principio y que no repare en decirme cuándo estoy haciendo las cosas mal, para no salirme del camino. Además, creo que algo que me impulsó mucho para empezar a cantar delante de gente que no fueran mis propios amigos fue el bar La Tertulia, de Granada. Es un lugar mágico por cuyo escenario han pasado artistas grandísimos. Allí fue donde toqué por primera vez, en uno de los escenarios abiertos que organizan y ya nunca pude parar de hacerlo".

Como todo artista que comienza tiene sus influencias, sus gustos personales, sus referentes, "mi artista de referencia es Quique González. Él es desde mi punto de vista, el mejor compositor español en su estilo y me inspira mucho. De un tiempo a esta parte he estado escuchando sobre todo cantautores de esta nueva generación tan bonita que ha surgido como Patricia Lázaro, Carmen Boza, Jorge Marazu… Ninguno de ellos es tan conocido como se merece y creo que eso es una injusticia. De ellos he aprendido mucho a la hora de componer. Más allá de este género,  escucho mucho rock, desde AC/DC a Marea, y últimamente también me apetece el jazz, el folk y el country.

Cristina Ybarra compone y hace versiones con las que completa su repertorio, "todo el mundo que hace canciones comenzó tocando las de sus artistas favoritos y creo que hay que hacerlo siempre para seguir aprendiendo de lo que nos gusta. Pienso  que hay que encontrar el estilo propio exprimiendo a todos los artistas con los que te identificas y mezclándolos con tu propia esencia. Por eso me gusta hacer versiones, además de que es una forma más fácil de llegar a gente que nunca me ha escuchando antes. Y hago canciones porque un día pensé que la música hace que la poesía sea gigante. Cogí unos cuantos versos que había escrito y trate de hacerlo sonar bien. Me di cuenta de que aquello, el propio proceso de hacerlo, me apasionaba y más tarde me atrapó el hecho de que la gente que escucha lo que escribo se sienta identificada y comparta conmigo los tres minutos que dura la canción de esa manera tan intensa y tan bonita. Mis canciones tratan de las cosas que me pasan a mí y a las personas de mi alrededor. Y sobre todo, lo que siempre intento, es aprovechar las cosas positivas, la belleza, que hay en la tristeza o en las malas sensaciones.

Sin duda su estancia en Estados Unidos la ha marcado en lo personal y, por supuesto, también en lo artístico, "allí toqué sobre todo en un restaurante español que había por mi zona. Para ellos era un privilegio tener alguien nativo cantando mientras bebían sangría y para mí era muy especial tocar en un sitio donde no entendían nada de lo que decía y aún así sentían algo y me felicitaban. Era un ambiente agradable y me pagaban bien, cosa casi imposible de conseguir en España.
También toqué en algún acto del College en el que trabajaba y en el teatro de la ciudad. Al moverme por allí me impresionó mucho la inmensa apuesta que hay por los artistas emergentes locales. Continuamente se organizan micros abiertos para que se den a conocer y por ejemplo, hay bares donde sólo se permiten conciertos de artistas de esa ciudad. Me parece muy bonito y motivador. Pero lo realmente conmovedor para mí a nivel musical fue la ciudad de Nueva Orleans. Es impresionante el nivel de los músicos que se mueven por allí. En cualquier momento doblabas una esquina y te encontrabas un jazz estremecedor. Aquello me cargó las pilas para estudiar y practicar más y más.

Para terminar nos interesamos por sus proyectos, sus planes para el inmediato futuro, "soy consciente de que me estoy metiendo en un terreno muy difícil pero sí que empiezo a planteármelo de una manera más profesional y me tomo en serio lo que hago. Mi meta no es tanto vivir de la música, sino tener siempre la posibilidad de tocar mis canciones en directo en algún lugar, que es lo que me apasiona. Mi objetivo más inmediato es la grabación de una maqueta y para este verano estoy intentando conseguir  algunos conciertos  por Andalucía sobre todo. Además me estoy moviendo mucho en internet por medio de las redes sociales. En mi página de Facebook es donde voy poniendo todos mis conciertos y donde voy colgando canciones nuevas. En Youtube están muchas de las canciones que he hecho hasta ahora. También tengo un perfil de Twitter, para los más prácticos".

Para quienes estén interesados en conocer mejor su trabajo estos son sus enlaces en las redes sociales:

https://www.facebook.com/musicacristinaybarra
https://twitter.com/Crisandbar
https://www.youtube.com/user/griotgranada

 

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