Los manifestantes se abalanzaron hacia la entrada de la Cámara –que celebraba su sesión plenaria semanal– y también hicieron explosionar petardos al grito de “¡Con nuestro curro no se juega!” y “¡La próxima visita será con dinamita!”, entre otras proclamas.
Los parlamentarios del PSOE e IU, que abandonaron el hemiciclo después de que la presidenta, Elvira Rodríguez, expulsara del pleno a varias decenas de estos trabajadores y al diputado socialista José Quintana, acompañaron a los concentrados.
Si bien la Policía Nacional –más de 30 agentes– intentaron contener a los trabajadores de forma pacífica, se vivieron momentos de tensión cuando éstos traspasaron el espacio delimitado para su protesta y se fueron acercando al Parlamento regional.
Con una tuerca en la mano de las que han sido lanzadas, el portavoz del PP, David Pérez, acusó a los manifestantes de perpetrar una "alteración gravísima del orden público contemplada en el Código Penal" y de "impedir la celebración del pleno".
Los trabajadores piden que la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, "se implique y aporte medios técnicos y humanos, como están haciendo los presidentes de otras comunidades", para que no se destruya más empleo industrial, explicó a Efe el secretario general de UGT en Iveco, Juan Antonio Garrido.
Reclaman también que el Gobierno regional no apruebe las peticiones de ERE de estas empresas y que aporte fondos para la innovación empresarial y la formación de trabajadores, señaló el representante de CCOO Fructuoso Cuesta.
El ERE de Iveco supondría el despido de 1.000 de sus 2.904 empleados; el de Arcelor alcanzaría al cien por cien de la plantilla (412 trabajadores) y al cierre de la factoría de Villaverde; y el de BP Solar significaría el cierre de los centros de San Sebastián de los Reyes y Tres Cantos y afectaría a 480 empleados.
Los sindicatos calculan que estos ERE supondrían además el despido indirecto de otros 6.000 trabajadores de empresas auxiliares.
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