Con todos los corredores en sus puestos, después de una larga maratón en la que algunos, como en la novela de Allan Sillitoe, han soportado la soledad del corredor de fondo, anoche se dio el pistoletazo de salida para el último esfuerzo antes de las Elecciones Municipales del próximo 24 de mayo. No solo es que la suerte está echada, porque poca gestión de unos y otros se venderá en las próximas dos semanas en esta ciudad, sino que toca encomendarse a las alturas y recurrir a las rogativas para que la marea de nuevas formaciones, principalmente Podemos, con su formato descafeinado Jaén en común, y Ciudadanos, con las incorporaciones de la maltrecha UPyD, no sigan escalando puestos en los próximos días. Es lo que deberán pensar los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, porque IU, con las últimas expulsiones y autorenuncias, está prácticamente sentenciado en la ciudad. Ha pasado un mandato en los que los ‘grandes’, los que se alternan en todo el país en el poder, no han sabido ni querido tenderse la mano, como hubiese necesitado la capital (cada uno gobierna también en las otras administraciones). En cambio, los continuos reproches han asolado una ciudad que ya estaba en barbecho justo en el momento que más lo precisaba. De esos polvos, vendrán los lodos de finales de mayo; para los dos partidos mayoritarios, claro. En cualquier caso, sea cual sea el resultado, Jaén pide y precisa consenso y unión para afrontar los graves problemas que se avecinan.
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