Frente al espíritu festivo de ediciones anteriores, las manifestaciones convocadas este año con motivo del Día Internacional del Trabajo tendrán un carácter netamente reivindicativo como consecuencia de la crisis económica, y serán la antesala de la gran movilización que se celebrará el 14 de mayo en Madrid auspiciada por la Confederación Europea de Sindicatos.
Los más de 900.000 parados en Andalucía serán el telón de fondo de las manifestaciones conjuntas que UGT y CCOO han convocado el próximo 1 de mayo en todas las capitales andaluzas, excepto en Sevilla, donde los actos se celebrarán por separado, y con las que se cierra la primera fase de movilizaciones que los sindicatos comenzaron el pasado mes de febrero.
CCOO y UGT demandan al Gobierno andaluz más medidas para reactivar la economía y a los empresarios que frenen la "ola de despidos injustificados" que se están produciendo "bajo la excusa de la crisis", al tiempo que reclaman a ambas partes que se comprometan con un nuevo Acuerdo de Concertación Social.
En conferencia de prensa, el secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, reconoció que el "discurso" sindical no ha calado lo suficiente, por lo que insistirán, con motivo del Primero de Mayo, en la necesidad de frenar la caída del empleo, reforzar la protección social e impulsar medidas a medio plazo para cambiar el actual modelo económico.
Exigentes con el nuevo Gobierno andaluz
Carbonero aseguró que los sindicatos van a ser "exigentes" con el nuevo Ejecutivo presidido por José Antonio Griñán para que sea "ágil" en la activación de las medidas anticrisis, ya que políticas como el Plan de la Vivienda "no pueden estar sin activar durante más tiempo".
Los sindicatos exigen también que la obra pública se licite de forma inmediata para que se genere empleo y que se incremente la protección a los trabajadores del campo ante el regreso de los empleados de la construcción al medio rural, así como la aprobación "lo antes posible" de la nueva Ley de Inserción Social, la extensión de la Ley de Dependencia y la ampliación del periodo de los subsidios.
Por otra parte, Carbonero se mostró en contra de la rebaja de impuestos como "receta" para paliar la crisis, al tiempo que rechazó el pacto propuesto por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, entre las comunidades autónomas y el Estado para que las personas a las que se les acabe la prestación por desempleo no queden excluidas. A su juicio, las comunidades autónomas sólo deben canalizar las prestaciones asistenciales, como el salario social o renta básica.
El secretario de Organización de UGT-A, Francisco Fernández, dijo que ha llegado el momento del cambio del modelo económico ante el fracaso de las "recetas" de siempre, y reclamó un nuevo orden mundial que sitúe a los trabajadores "en primer término".
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