Cuando las leyes no protegen a los ciudadanos frente al gobierno, sino que protegen al gobierno frente los ciudadanos, algo anda mal”. Ayn Rand. La Ordenanza de Ruidos hecha por funcionarios de Sevilla no gustó al Ayuntamiento. Joaquín Peña, exdirector general de Medio Ambiente (PP), imputado por la juez Alaya (Madeja), pagó 21.000 euros a un ingeniero por retocar artículos de este borrador a fin de permitir actividades con música en viviendas o colindantes, prohibidas desde 2001, entre otros.
Fruto de este caro e injustificable retoque, con modificaciones, es la Ordenanza de Ruidos que acaba de entrar en vigor y que protege más a las actividades que a los vecinos. Gracias a ella un local de rock duro se está instalando colindante con viviendas, con actuaciones en directo y pantallas estridentes de los grupos que suponen el último berrido. No importa que ello sea incompatible con su descanso, salud o intimidad, ni que su vivienda ya no se la compre ni el potito. Se ha abierto la veda. Ahora una academia de zapateao, un karaoke o un bar de copas pueden ser parte de su vida, más gritos en la calle y botellones.
Algunos nos habíamos creído a Zoido cuando nos prometía el cierre de locales que consumían la salud de los residentes en el Porvenir o resto de Sevilla. Parece que estos políticos no le dicen la verdad ni al médico.
¿Y los veladores? Antes el vecino podía no autorizar el velador. Zoido le ha quitado ese derecho. Antes no se permitían en ZAS; ahora, sí. La ley impide dar licencia si superan los 55/45 dBA. Siempre ocurre. Lo ignoran. Veladores hasta en el cielo de la boca: ni inspección, ni medición.
El Ayuntamiento tiene la obligación legal de garantizar la calidad ambiental: no más de 45/55 dBA noche/día (voz suave) en la calle. En su dormitorio, 25 dBA de noche (una mariposa volando) y 30 de día. El Ayuntamiento no mide, ni inspecciona (los inspectores no salen tras las 2, y sólo de lunes a viernes). Sin medición no hay ruido. Sin inspección no hay infracción. Sanción de 700 euros a quien saque un mendrugo de la basura y de 600 a una actividad incumplidora. Sólo dos policías para ruidos la noche del viernes y sábado. ¿Hay dejación de funciones y del deber de auxilio por parte del Ayuntamiento?
El incumplimiento abunda. ¿Por qué el suelo de los veladores no está marcado con tachuelas si es obligatorio?¿Por qué se dan veladores a pubs si es ilegal? ¿Por qué están abiertas en Triana y Plaza de Cuba las terrazas al aire libre con música y se sirven copas de pie en toda la ciudad si todo es ilegal? ¿Qué justifica el desprecinto de La Carbonería a los 15 días tirando a la basura la labor policial?
En Sevilla ha aumentado la violencia acústica: miles de maltratados a resultas de las ordenanzas del ayuntamiento y de su permisividad. No en vano el Defensor del Pueblo habla de posible connivencia con las actividades.
Tres años pidiendo que Zoido nos reciba a los afectados, con la mediación de los Defensores del Pueblo y del Ciudadano, sin respuesta. Sólo tiene tiempo para los que le regalan al Ayuntamiento las comidas de la caseta de feria.
Las elecciones son en mayo. Que se definan todos los partidos. ¿Van a erradicar de las zonas residenciales el botellón y las actividades incompatibles con el descanso?¿Van a actuar en las Zonas Saturadas? ¿Habrá inspectores y policías por la noche a diario y apoyarán sus actuaciones? ¿Se adoptarán sanciones y precintos eficaces? ¿Defenderán de una vez los derechos fundamentales de los vecinos? ¿Anularán las Ordenanzas de Zoido? ¿Recibirá el alcalde a los vecinos?
Zoido será recordado por muchos como el alcalde que más les robó la paz y el descanso, ignorando sus derechos constitucionales. Ha hecho buenos a los anteriores.
Al menos la Ordenanza de Ruidos impone que los veladores no pueden superar el 50% del aforo del local. Si el aforo es de 8, sólo podrán tener veladores para 4; y si hacen ruido, ni eso. Denuncien y exijan. Vienen las elecciones.
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