La historia moderna de Torremolinos está preñada de personajes que, procedentes de otros lugares muy distantes, por una u otra razón, han acabado integrándose tanto en el municipio que, finalmente, se han incorporado por méritos propios y de forma relevante a la propia historia del mismo.
Uno de esos casos es sin duda el de Wim Kuipers, acreditado ya por el Consulado de los Países Bajos en Torremolinos como la persona de esa nacionalidad que lleva más años residiendo en la provincia de Málaga.
Fue a principios de la década de los 60 cuando Wim Kuipers descubrió Torremolinos y el conjunto de la Costa del Sol, iniciándose entonces un verdadero idilio que aún perdura.
Testigo de excepción de los primeros tiempos de la configuración de Torremolinos como paradigma del turismo nacional e internacional, Kuipers, nacido en Amsterdam, se formó en el mundo de la Hostelería en Holanda y en Suiza y entre sus primeros destinos profesionales destacó la subdirección del Hotel Al-Andalus de Torremolinos, donde también, después de alguna otra experiencia, abrió el Restaurante “Florida”, desde el que inició una permanente promoción de Torremolinos y del conjunto de la Costa del Sol a través del envío, durante años, de más de 500.000 tarjetas postales a clientes y amigos de todo el mundo.
Emprendedor y vanguardista
Kuipers, impregnado por el espíritu emprendedor y vanguardista del Torremolinos de aquel tiempo, fue el primer empresario que decidió construir en el municipio una terraza con cubierta acristalada corredera y calefacción, en el Restaurante Florida, que también acogió la primera fuente luminosa conocida en el municipio.
El mundo de las agencias de viajes y, más tarde, de la actividad inmobiliaria, a través de su agencia “WIMA”, marcaron también la trayectoria profesional de Wim Kuipers, quien en todo momento se afanó en dar a conocer las excelencias turísticas de nuestra tierra, manteniendo constantes relaciones con profesionales de los medios de comunicación de numerosos países, con quienes colaboró asiduamente para la publicación de reportajes en los que se informaba de la oferta turística en Torremolinos y en otros puntos de la Costa del Sol.
No faltaron en estos años, tampoco, acciones constantes de Kuipers a través de las cuales quiso demostrar su profunda sensibilidad social, apoyando decididamente numerosas iniciativas de ayuda a colectivos desfavorecidos y entrando a formar parte, como socio número 43, de la Asociación Solidaria de Integración Social (ASIS).
Reconocimiento en El Ejido
Pero, al margen de su estrecha vinculación con nuestra provincia, Kuipers aún tuvo tiempo, a partir de los 60, para conocer y valorar otros puntos de nuestra geografía andaluza, compartiendo sobre todo su profundo cariño y admiración a Torremolinos con su apego a la localidad almeriense de El Ejido, donde el Pleno de la Corporación, por unanimidad, decidió el pasado septiembre bautizar como “Plaza Wim Kuipers” un céntrico espacio ciudadano, a modo de reconocimiento por “casi 50 años de permanente colaboración desinteresada en la tarea de enaltecer y divulgar la cultura e historia de El Ejido, especialmente a través de múltiples y generosas donaciones en forma de libros antiguos, murales de azulejos de la famosa fábrica Navia de Sevilla, fotografías de la época, mapas y diversa documentación histórica de gran importancia, sobre todo relativa al castillo de Guardias Viejas”, lugar frente al cual, precisamente, se ubica la plaza que lleva ya el nombre de este admirado holandés.
Nacido en 1941, Wim Kuipers ha demostrado durante más de cuatro décadas su profundo conocimiento del sector turístico, al que aún sigue colaborando en proyectos turísticos de la agencia inmobiliaria WIMA, que cuenta con sucursales en Londres, Málaga y Almería.
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