“Un pueblo que se vuelca y una parroquia que acoge”. Esa fue la experiencia, según la Diócesis de Cádiz y Ceuta, que se vivió el miércoles en la parroquia algecireña del Santísimo Corpus Christi, en la que el padre Francisco Correro sustituye al veterano párroco Sebastián Llanes, muy querido en la ciudad y que recibió un cálido homenaje el pasado domingo.
Francisco Correro, más conocido como el padre Curro, comienza una nueva andadura en su vida ministerial, esta vez en Algeciras, ciudad en la que ya estuvo sirviendo durante nueve años como párroco de Santa María Micaela de la Bajadilla. Terminado su mandato, fue trasladado a la Ciudad Autónoma de Ceuta como Vicario General, cargo que ha ejercido durante dieciséis años. Posteriormente, fue nombrado párroco “in solidum” de San Mateo de Tarifa, donde estuvo catorce meses. Finalmente, estos dos últimos años ha estado generosamente sustituyendo a diversos compañeros sacerdotes en sus parroquias, entre las que se encuentran; la de Nuestra Señora de Europa del Novo Sancti Petri, la de San Isidro Labrador de Los Barrios, y por último, la de San Antonio de Algeciras. Una labor generosa y servicial que dice mucho de la persona de Curro y de su ser sacerdote.
La celebración de la Eucaristía, marco en el que tomó posesión de la parroquia, fue presidida por el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, a quien el padre Curro agradeció su presencia, y concelebrada por un buen número de sacerdotes que quisieron acompañarle fraternalmente. Igualmente, como muestras de cariño y agradecimiento, antiguos feligreses, familiares y amigos del padre Curro, entre los que se encontraban miembros de la comunidad parroquial de Los Barrios, su pueblo natal; amigos llegados de Cádiz, Ceuta, La Bajadilla y porsupuesto también, la comunidad parroquial que le acoge, asistieron a la celebración religiosa.
"Elocuentes palabras las que dirigió Zornoza en su homilía a la comunidad parroquial. Les invitó a dar gracias a Dios por los sacerdotes que han pasado por la parroquia, y de manera especial, por Curro, su nuevo pastor. Les animó a que fuesen una parroquia unida, de puertas abiertas, y a que acogiesen, respaldasen y escuchasen a su nuevo párroco; que es el que preside y gobierna en la caridad y en el servicio a la comunidad parroquial. Igualmente, Rafael quiso señalar del sacerdote barreño, su madurez, su entrega, su gran disponibilidad, y las grandes responsabilidades que ha tenido en la diócesis", explican desde la Diócesis.
El padre Curro también dirigió unas palabras a su nueva comunidad. Dio gracias a Dios por todo lo vivido y también por su nuevo destino. Señaló, que la Iglesia es un lugar donde caben todos, y que todos sumamos a la comunidad, nadie sobra. “Poco a poco nos iremos conociendo, requisito indispensable para querernos”, insistió también el padre Curro. Un signo sin duda, de comunión eclesial. Finalmente, se mostró como un vecino más de la “Cuesta del Rayo”, y les pidió a sus feligreses, que lo acogiesen como un vecino más.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es