En el Betis, al margen del proyecto deportivo que sigue en este sentido llevándose a cabo para emprender la vuelta del cuadro bético a Primera División, la batalla en los juzgados prosigue su curso.
Este miércoles, Lopera ha vuelto a pedir a la jueza Mercedes Alaya la devolución de sus acciones intervenidas judicialmente, mientras que la magistrada sevillana, citaba hoy al exmáximo accionista bético a una declaración indagatoria tras haber emitido hace semanas el auto de procesamiento contra el exdirigente verdiblanco.
Por parte de Ruiz de Lopera, en un recurso dirigido a la jueza Mercedes Alaya, afirma que, finalizada la instrucción de una causa que ha investigado "el inaudito periodo de tiempo de 19 años, entre 1991 y 2010", las diligencias “están abocadas al archivo” y ahora “se ha desvanecido, si alguna vez pudo existir”, el motivo que justificó la adopción de medidas cautelares. El exmáximo accionista del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, ha pedido de nuevo a la juez que investiga su gestión en el club que le devuelva sus acciones y ponga fin a un “sinsentido jurídico” y a las “graves anomalías procesales” que así lo acompañan.
Dicho escrito, al que ha tenido acceso Efe, Lopera califica además de “anómalo y estrafalario” que el Betis actualmente esté gobernado por un juzgado de instrucción, con sus “nefastas consecuencias, conocidas de manera pública y perfectamente previsibles" por la clara falta de “pericia, experiencia e idoneidad” de los sucesivos administradores judiciales.
Con esta panorama, la respuesta de la jueza Alaya no se ha hecho esperar citando hoy jueves a la denominada declaración indagatoria a Lopera, a quien procesó junto con otras siete personas por presuntos delitos societarios en su gestión al frente de la entidad de Heliópolis, al entender que Ruiz de Lopera llevó a cabo un “plan preconcebido en perjuicio de la sociedad y en su propio beneficio”, cifrando el perjuicio en 24,9 millones de euros.
Cabe recordar que el pasado 28 de mayo, ya comparecieron el empresario Luis Oliver; el exvicepresidente económico del club Ángel Martín; Francisco Javier Paéz, sobrino de Lopera, y trabajadores de las empresas de Lopera, acogiéndose todo a su derecho de no declarar.
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