El Gobierno israelí ha emitido una directiva que impide a los bancos palestinos hacer depósitos en Israel en moneda local (shekels), lo que impedirá a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) acceder a millones de dólares en impuestos y contribuirá a agravar la crisis en Cisjordania.
Según informa hoy el diario Haaretz, es la primera vez que un Ejecutivo israelí impone una sanción de este calibre, incluida en el nuevo paquete de medidas punitivas contra la población palestina tras el fracaso del último intento de diálogo, promovido por EEUU.
"Las restricciones a los bancos palestinos, rutinarias desde hace décadas, obedecen a una resolución del Gabinete adoptada el pasado 24 de abril, fecha en la que el partido nacionalista Al Fatah firmó un acuerdo de reconciliación con el movimiento islamista Hamas", explica el rotativo.
"Entre otras cosas, Israel retendrá fondos por valor de 400 millones de shekels (116 millones de dólares) en concepto de impuestos que ha cobrado en nombre de la autoridad palestina", agrega.
Según un acuerdo firmado entre Israel y la ANP, el shekel israelí es moneda de curso legal en la Cisjordania ocupada junto a otras divisas.
Un protocolo rubricado en París en 1994 permite, además, que la autoridad palestina pueda convertir en divisa extranjera los shekels que reciba y viceversa, a través de depósitos previos en bancos israelíes.
De acuerdo con las cifras que maneja Haaretz, prohibir las transacciones han dejado a los bancos palestinos con un excedente bloqueado de unos 300 millones de shekels (unos 90 millones de dólares) en una coyuntura de recesión y crisis.
"Los banqueros palestinos ya han advertido de que la decisión israelí sacude la economía palestina en un momento en el que el crecimiento se ha contraído, y les obliga a no aceptar los shekels de sus clientes", subraya el diario.
"Si las sanciones se prolongan muchos más, quizá deban abandonar la moneda israelí como divisa legal y cortar las relaciones con los bancos israelíes, incluido el Banco Central", posibilidad que, según Haaretz, también repercutiría de forma negativa y directa en Israel.
"Si los palestinos elevan una queja al Banco Mundial o al Fondo Monetario Internacional, esto podría colocar a Israel en una difícil situación", precisa.
Además de las sanciones bancarias, la Corporación Eléctrica de Israel ha comenzado a reducir el suministro de energía a los barrios de Jerusalén Este y a Cisjordania.
Fuentes citadas por el periódico aseguran que desde el inicio de la presente semana, la compañía ha reducido en dos horas el suministro de electricidad en respuesta a una deuda de 1.500 millones de shekels (400 millones de dólares) que reclama a la ANP.
Asimismo, ha anunciado que reducirá a la mitad el suministro media hora a mediodía y media hora al final de la tarde en esas áreas, y que aquellas colonias judías que queden afectadas, será provistas de generadores.
El nuevo esfuerzo de paz entre palestinos e israelíes comenzó a fracasar a finales de marzo, después de que el Gobierno israelí decidiera no cumplir con su compromiso previo de liberar a una cuarta tanda de presos palestinos encarcelados antes de los Acuerdos de Oslo (1993).
A este incumplimiento, los palestinos respondieron desbloqueando su solicitud de adscripción a quince importantes convenios y organismos internacionales.
Unos días después, la ANP anunció una acuerdo de reconciliación nacional con Hamas, momento en el que el Ejecutivo israelí consideró rotas las negociaciones.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es