Excusas, excusas y más excusas. Los argumentos de la Gerencia de Urbanismo (GU) sobre la apertura de un expediente por parte de Bruselas para justificar que por fin se plantean alternativas a la SE-35 para que no destroce el Parque Tamarguillo no son más que excusas.
Entíendanme bien. Aplaudimos el giro del Ayuntamiento. Colectivos vecinales y organizaciones ecologistas llevamos mucho tiempo pidiendo que esa autovía no se construya o al menos que haya un cambio de trazado evitando el parque. Aplaudimos la apertura del expediente, tras la iniciativa de los vecinos de presentar una queja ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo para evitar el destrozo del parque recuperado con Fondos Feder. Y nos causa una gran satisfacción saber que el parque no se va a tocar.
Tras largos años de reivindicaciones, el Parque Tamarguillo es una realidad y se ha convertido en un espacio de esparcimiento muy usado por los vecinos, que se traduce en la mejora de la calidad de vida y el ambiente social de los barrios del entorno. En la actualidad es un hermoso humedal de gran valor ecológico, especialmente para la avifauna europea y africana, y en el que se halla un yacimiento paleontológico. Surgió de la regeneración de dos escombreras, cuyos terrenos fueron reforestados con especies autóctonas. Además se recuperó el cauce del arroyo Tamarguillo, realizando un nuevo encauzamiento natural del arroyo Ranillas. Se recuperó un territorio de 96 hectáreas con grandes valores ambientales y culturales en un proyecto cofinanciado con fondos Feder, en el marco del programa Pomal, denominado “Reordenación de terrenos degradados en el municipio”. Y la autovía lo iba a partir en dos, destrozando lo recuperado por y para la ciudadanía tras tantos años de lucha.
Pero las explicaciones de la GU de que Bruselas ha cuestionado la evaluación ambiental de la SE-35 suenan a excusas. La queja fue admitida a trámite en 2009 y es ¡cinco años después! cuando el Ayuntamiento de Sevilla informa de la existencia del expediente. No resulta creíble.
El motivo tampoco es urbanístico. Como actualmente tiene consideración de vía metropolitana, si el Ayuntamiento de Sevilla quisiera construir la SE-35, esa vía debe revisarse en el planeamiento y ajustarse a su carácter exclusivamente urbano. Requiere de una modificación urbanística y esto supondría más retrasos en la construcción de los accesos hacia San Nicolás Oeste. Ikea podría hacer lo que Decathlon en el Estadio Olímpico, abandonar el proyecto.
Son los problemas de financiación de la SE-35 los verdaderos motivos que obligan a la Gerencia de Urbanismo a buscar alternativas a la autovía para garantizar el acceso a una segunda tienda que Ikea quiere instalar en Sevilla, en concreto en los terrenos de San Nicolás Oeste. El Ayuntamiento sabe, como sabemos todos, que la Junta de Andalucía no va a ayudar en la financiación de la carretera. Y no porque la Junta intente poner palitos en las ruedas, como repite insistentemente el equipo de gobierno municipal, sino simplemente porque la Junta de Andalucía nunca ha considerado necesaria la SE-35 y en consecuencia no la incluyó ni en el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, ni en el Plan de Transporte Metropolitano del Área de Sevilla ni en el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus).
El Ayuntamiento de Sevilla ya ha desviado casi 30 millones de euros que iban destinados a los barrios para la construcción de la SE-35. Pero no es dinero suficiente. Y del Ministerio de Fomento, por mucho convenio que haya firmado, por ahora únicamente ha conseguido un millón. O sea, que falta dinero, y mucho. Pero el Ayuntamiento de Sevilla, lejos de reconocerlo, nos engaña con excusas, más excusas.
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