La consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, ha asegurado hoy que la Dirección General de Salud Pública de la Junta no ha detectado "ningún indicio" que haga pensar que un suceso como el fallecimiento por intoxicación de la familia de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) pudiera volver a ocurrir.
La responsable de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ha dicho que no hay novedad sobre este caso, ya que la "tarea" de la Junta finalizó una vez que aportó a la investigación judicial la información de la que disponía.
"Las pruebas salieron negativas", ha recordado Sánchez Rubio, en referencia a que la familia tenía en su casa alimentos en buenas condiciones, aunque ha recordado que también se han realizado otras pruebas toxicológicas.
"Imagino que el juzgado habrá recibido el resultado del resto de las pruebas toxicológicas, pero no nos han informado", ha indicado.
Respecto al caso del joven indigente de origen polaco que murió a principios de octubre en un albergue de Sevilla tras haber sido dado de alta en el Hospital Virgen del Rocío, la consejera ha dicho que su departamento no puede adoptar ninguna medida de carácter administrativo hasta que finalice el proceso judicial.
La Consejería de Salud remitió en diciembre al juzgado correspondiente los resultados de la investigación reservada que este departamento puso en marcha para aclarar las causas que rodearon la muerte del joven.
"No podemos adoptar ninguna medida interna y, en caso de que se hubiera iniciado algún tipo de expediente, tendríamos que haberlo paralizado" hasta que finalice el proceso judicial, ha insistido.
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