LA LUZ
En el primer libro de la Biblia, el Génesis, se cuenta que Yavé hizo la luz y la separó de las tinieblas. Pero lo que Yavé no se podía ni imaginar es que algunos hombres iban a coger la luz, la iban a poner por las nubes en beneficio de unos cuantos e iban a dejar a dos velas al resto de la humanidad. Eso es exactamente lo que está pasando. Y además la jugada se veía venir. Hoy te digo que te la voy a subir a un dos o un tres por ciento y ya te ponen cabreado; mañana se descuelgan con el abuso de un once o un doce por ciento de subida y dejan que las mentes y las lenguas se desfoguen, y pasado mañana la suben a un cinco o a un seis por ciento, con lo cual aplaudimos a los salvadores y nos quedamos aliviados, contentos y desde luego con el corto circuito instalado en el cuerpo. Magistral.
Aquí en el manicomio los locos tenemos claro que en este mundo se puede subir todo, excepto la luz, el agua, el butano, la leche y los alimentos para los niños. Sin embargo ahí fuera la cosa va por otros derroteros. Mientras que los que se consideran padres de la patria, bien pagados por cierto por sus presuntos hijos, viven como dioses del Olimpo, el resto de los españolitos de a pie se las ve y se las desea para llegar a fin de mes, o a mediados.
EL GORDO
Los sueños sueños son decía Calderón de la Barca. Pero es lo que hay. Solamente nos queda la lotería, ese golpe de suerte que nos coloque en otra perspectiva. Cuando usted esté leyendo estas líneas ya sabrá en qué zona de Cataluña habrá caído el gordo y ya estará diciendo con carita llena de frustración que lo importante es la salud. Y es que Dios le da pañuelos a quien no tiene mocos. Le damos demasiadas vueltas al coco pensando que nos va a tocar y construimos un mundo maravilloso con los billetes que nunca llegarán a nuestros bolsillos.
Tampoco vale pedir al Nazareno que te toque, porque el Nazareno no puede hacer que te toque a ti y al mismo tiempo al de enfrente que lleva un número que no tiene nada que ver con el tuyo. Hay cosas imposibles incluso para el que más puede. Sin embargo lo mejor que tiene la lotería es que refuerza la imaginación y la pone a volar. ¿Conoce alguien algo más barato que poner en marcha la imaginación? No sé por qué, pero viendo la boca de estupor que se nos ha quedado con el tema de la luz, no le extrañe que el gordo termine en cero, que además es como nos van a dejar nuestros queridos gobernantes, a cero.
LOS ROMANOS
Es un sorprendente grupo de hombres que se pasea por La Isla sin tambores, con lo que aquí gusta un tambor, vestidos de romanos de pelea, aunque con el pecho de plástico y las sandalias de playa, y marcando un paso lento a golpe de supuesta lanza. No hay más música que la que llega de la tómbola, no hay más ritmo que el que marcan sus pies, no hay más jefe que un Pilatos escondido en la sombra de la historia. Y muchos en la calle se preguntan por la alegría que antiguamente reinaba en las calles de La Isla cuando llegaba la Navidad. También es verdad que estamos en crisis y no hay cosa que escenifique mejor la crisis que un montón de romanos demostrando lo que es el imperio de la ley. Me imagino que no los habrá mandado Ruiz Gallardón. Por lo demás aquí lo que impera es el silencio. Quitando ese grupito de chavales que todos los años alegra la fiesta con su música alegre, lo demás es para empaquetarlo y enviárselo a Julio César.
Lo que pide el personal, y es poco pedir, es una mijita de alegría, un poquito de marcha y unos gramos de barullo. Estoy viendo que llegan los Reyes Magos y en lugar de traernos juguetes, nos van a tener que traer un poquito de ánimo.
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