El presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, ha confirmado que planea asistir a la 68º sesión plenaria de la Asamblea General de Naciones Unidas, que se celebrará los próximos días en Nueva York, a pesar de que el Tribunal Penal Internacional (TPI) le persigue desde hace cuatro años por los crímenes cometidos en la región de Darfur.
En la rueda de prensa que ha dado este domingo en Jartum, el jefe de Estado ha anunciado que planea viajar desde Sudán a Estados Unidos haciendo escala en Marruecos. "Ya hemos reservado el vuelo y el hotel", ha revelado.
Interrogado sobre si teme ser detenido a su llegada a Nueva York para ser entregado al TPI, lo ha descartado, recordando que el país norteamericano no es parte del Tratado de Roma. "Nadie en Estados Unidos puede cuestionarme o retenerme", ha sostenido.
Hace una semana, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Marie Harf, informó de que Al Bashir había solicitado el visado para asistir a la próxima Asamblea General de Naciones Unidas y condenó "cualquier esfuerzo en este sentido".
La sede judicial ya ha solicitado al Gobierno de Barack Obama que, si finalmente Al Bashir entra en territorio estadounidense, le detenga y le envíe a La Haya para que sea juzgado por los crímenes cometidos en Darfur.
Estados Unidos no reconoce la jurisdicción del TPI, por lo que no está obligado a acatar sus órdenes. Sin embargo, ya ha colaborado otras veces con La Haya, la última con el señor de la guerra congoleño Bosco Ntaganda, al que puso a disposición de la sede judicial tras ser entregado en su Embajada en Ruanda.
En 2008, el TPI acusó a Al Bashir y a varios altos cargos de su Gobierno de orquestar los crímenes de guerra, contra la Humanidad y el genocidio cometidos en Darfur. En los dos años siguientes emitió órdenes de arresto en su contra que aún no han sido ejecutadas.
El conflicto en Darfur comenzó en 2003, cuando los tribus no árabes se levantaron contra el Gobierno por la marginalización de la región. Al Bashir envió a las tribus árabes para sofocar la revuelta, dando lugar a un enfrentamiento que se ha cobrado 300.000 vidas.
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