Hacia la transformación sostenible del territorio es el documento presentado por EQUO a la Delegación de Urbanismo como su particular aportación al próximo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), con lo cual la formación político ecologista quiere contribuir con su particular granito de arena al futuro urbanístico del municipio.
Se trata de un pliego de propuestas que en su conjunto persigue una serie de cambios profundos en la gestión urbanística, hasta el punto de plantear un modelo de ciudad que pase del uso de estructuras agresivas y dependiente del petróleo a un sistema más sostenible desde los puntos de vista de la movilidad y el transporte, el tipo de construcción y sobre todo del uso del suelo y de las energías.
Las propuestas de EQUO, que fueron entregadas en un completo dossier a los técnicos responsables de la redacción del PGOU, contemplan el uso racional de vehículos motorizados, fomentando el transporte público y de la bicicleta pese a que la orografía de la ciudad limita esta práctica por sus empinadas calles y cuestas. EQUO cree que se podría promover un parque municipal de bicicletas eléctricas que se pudieran alquilar a los vecinos; si no, impulsar un plan de uso del transporte público con el que rebajar el número de vehículos privados que en ocasiones colapsan las calles del centro urbano y contaminan de forma importante.
Respecto al turismo como actividad que también incide en el urbanismo, plantean pasar al ecoturismo, en el que se integre el río Guadalete dentro de la oferta. Asimismo, sus propuestas pasan por el aprovechamiento de equipamientos e infraestructuras en desuso, como por ejemplo el silo de trigo, que EQUO convertiría en un centro de arte y de exposiciones, o por ejemplo crear en la antigua estación del tren de Jédula un centro multiusos y de reunión para los vecinos, o aprovechar los molinos arcenses como centros de interpretación del entorno.
EQUO considera que el PGOU debe ser también un instrumento sostenible desde el punto de vista económico, de ahí que no plantee grandes inversiones que pudieran menoscabar la hacienda municipal. Por ello, proponen que los terrenos en desuso sean utilizados como huertos ecológicos que pudieran abastecer tanto a un sector de la población como mejorar el paisaje urbano.
Sobre los espacios públicos, cree que hay que pasar del modelo de parques cubiertos totalmente de césped, un sistema caro económicamente y que requiere un constante cuidado y por tanto de mano de obra.
En definitiva, EQUO persigue una ciudad “más sostenible y feliz” en la que el ciudadano juegue, si cabe, un papel más importante, como responsable de la gestión de esas propuestas. Así lo explica el portavoz de la formación, Rafael Ángel Gil, quien esperaba que la invitación municipal para participar en el PGOU se extendiera a la población en general, no sólo a los colectivos de manera concreta. Por lo pronto, EQUO se ha brindado a recibir otras posibles propuestas de los ciudadanos que bien pudiera trasladar al comité redactor del PGOU.
Gil Caro considera que algunas de sus propuestas no son nuevas en cuanto quedaban reflejadas en la Agenda 21 de Medio Ambiente del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía; un documento que, pese a integrar al municipio, no se ha aplicado a todas luces. Es más, ni si quiera ha vuelto a hablarse del él. Entre esas medidas también se encontraban una ciudad libre de pesticidas en el tratamiento agrícola, con más vegetación y menos vehículos.
Las estimaciones del equipo de Gobierno pasan por presentar el avance del PGOU dentro de unos meses, una vez que sigue manteniendo una ronda de contactos con distintos colectivos para presentar las líneas generales del documento urbanístico.
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